UGT Cantabria ha reducido su presupuesto para este año en 60.000 euros debido a la disminución de ingresos que ha sufrido por la congelación de la cuota de afiliación —por tercer año consecutivo— y el descenso en las subvenciones del Gobierno al diálogo social.

De esta forma, para 2.011 el sindicato contará con un presupuesto de 1.285.000 euros, según ha explicado su secretaria general, María Jesús Cedrún, quien confía en que pese a esta reducción se podrá "salvar sin problemas en 'la Casa'" este ejercicio.

En la actualidad, UGT Cantabria cuenta con 1.974 delegados que representan el 41,3% de los trabajadores de la región, aproximadamente 200 más que Comisiones Obreras. Cedrún ha valorado que se haya incrementado la presencia sindical a pesar de la "parálisis social, la resignación y el miedo", y frente a la "campaña de desprestigio social" y el "acoso" de que han sido objeto los sindicatos.

Tanto la ejecución de los presupuestos del año pasado como las cuentas para este se aprobaban este martes en el Comité Regional de UGT, que se ha reunido para analizar la crisis económica, las medidas del Gobierno central y la evolución del diálogo social.

Contra las reformas

La secretaria general de UGT ha lamentado la situación del mercado de trabajo, que, según ha enfatizado, ha visto como se incrementa la temporalidad a pesar de la entrada en vigor de la reforma laboral.

Cedrún ha lamentado la actitud de un Rodríguez Zapatero "empecinado" en iniciar unas reformas que a su juicio se adoptan "exclusivamente para satisfacer las apetencias" de unos mercados que están "siempre insatisfechos".

Así, ha alertado de que las reformas planteadas "nos están abocando al empobrecimiento de las familias, la precariedad laboral y la falta de inversiones".

Y ha hecho hincapié en la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años, de la que ha advertido que no sólo implica la subida de la edad, sino que hará que cada vez sea "más difícil" cumplir los requisitos para lograr el 100% de las prestaciones por jubilación, teniendo en cuenta la "expulsión" del mercado laboral de los trabajadores mayores.

Cedrún, que ha tachado de "agresiones" los anuncios públicos de nuevas reformas, ha rechazado las intenciones de la patronal sobre las pensiones, la eliminación de la ultraactividad —la claúsula que permite la extensión de las condiciones de un convenio colectivo mientras se negocia el siguiente—, o la supresión de los convenios colectivos de carácter exclusivamente territorial.

El desarrollo reglamentario de la reforma laboral, con cuestiones como el despido sin necesidad de justificación basándose en la previsión de malos resultados económicos, es otro de los temas sobre el sindicato estará "muy atento".

Frente a esto, la dirigente sindical ha abogado por un "gran pacto" en el que se logre un "consenso" entre los agentes sociales y el conjunto de los partidos políticos, Gobierno, resto de formaciones y el principal partido de oposición —ante las posibilidades que admite que tienen de llegar al poder— para infundir "confianza" en los mercados y dar "estabilidad" a la economía para que vuelva a ser "productiva", pero sin estar al "albur" de los cambios en los Gobiernos.

Cedrún también considera necesario un pacto energético, problema en el que ve la "gran factura" y una "rémora" para el país.