Hace tiempo que el término pinchadiscos dejó de hacer referencia a la persona encargada de poner un disco tras otro en una discoteca. Hoy, la figura del DJ es tan venerada como las grandes bandas de rock de antaño, algunos de ellos cobran sueldos astronómicos y su preparación y especialización han alcanzado cotas impensables años atrás.

Para un DJ, los platos son su instrumento. Y de la misma manera que ocurre con una guitarra, hay maneras radicalmente distintas de hacerlos sonar. Su versatilidad es, de hecho, la razón por la que se encuentran presentes en estilos dispares. "Puedes utilizar los platos para poner los LP de tus padres, para mezclar canciones a diferentes velocidades o utilizarlos como si fueran un instrumento, haciendo scratch", resume Niño Caos, DJ de drum’n’bass. Para Georgeous, DJ de pop-rock habitual de salas madrileñas como Moby Dick o McGinty’s Goat, "no tiene nada que ver pinchar techno con pinchar pop. La técnica es distinta, los conocimientos musicales distintos... incluso la fuente sonora es distinta".

Repasamos tres maneras diferentes de enfrentarse a los platos de la mano de tres DJ punteros en sus respectivos estilos con un denominador común: hacer que el público lo pase en grande.

Nacido en Madrid hace 30 años, ha pinchado en numerables salas y festivales de toda España, ha sido profesor de Dj y es un auténtico virtuoso del scratch, la mezcla imposible y las bases contundentes, lo que lo ha llevado a ser uno de los más reputados DJ del hip hop nacional.

¿Cómo se introdujo en este mundo? Empecé como bailarín de break dance a finales de los noventa. Un buen día vi un vídeo de Grand Master Flash (pionero del hip hop) en el que salía haciendo scratch, y desde ese momento supe que mi destino era convertirme en DJ.

¿Cuál es la clave de una buena sesión de hip hop? Hay que observar a tu público, aunar la variedad de estilos dentro del género, dominar las técnicas básicas de mezcla y scratch, y tener un amplio conocimiento de la historia del hip hop.

¿Qué particularidades tiene pinchar hip hop? Básicamente, que aún se usa el vinilo, y que las técnicas que se emplean son específicas del estilo. Usamos el scratch, el beat jug- gling y diversas técnicas de turntablism para hacer las sesiones más amenas.

¿Qué disco nunca puede faltar en su maleta? Siempre llevo el Super Seal de DJ Qbert, que es un disco de efectos para scratch. Lo uso siempre para mis sets.

¿Qué es lo mejor y lo peor de trabajar en el mundo de la noche? Lo mejor es poder compartir tus gustos musicales con el público y tener la oportunidad de salir de gira y conocer otras ciudades. Lo peor: tener que empalmar a veces varios días seguidos sin dormir.

Es residente de Goa y Weekend y ha hecho bailar a ciudades como Londres o Berlín. Acaba de publicar el Ep Kaos (Monofunk) el pasado 2010.

Ha pinchado drum’n’bass, jungle, house, techno... ¿con qué se queda? Empecé a hacer freestyle porque me gustan muchos estilos de música. La evolución en mi gusto por el sonido de club o la pista de baile me ha llevado a conocer e investigar en ritmos como el house o el techno, siendo éstos en los que puse mas interés. Hoy me dan de comer y siguen apasionándome como el primer día.

¿Se necesita formación para ser un buen DJ? La mejor formación son las ganas y la pasión. Lo demás te lo dan los años.

¿Qué tema es un imprescindible en sus sesiones? Marcos in dub, Kaos ep. El original o cualquiera de sus remixes.

¿La relación entre electrónica y drogas está sobredimensionada? Aquí todo el mundo toma lo que quiere, ya sea bailando techno o siendo palmero de Los Chichos. Lo que pasa es que como es ilegal y está mal visto es mas fácil señalar al de al lado. Los políticos y ricachones que se ponen hasta arriba... ¿qué música escucharán?

¿Qué consejo daría a quien empieza a pinchar? Que nunca se guíe por modas ni purismos y que haga lo que le dé la gana. Que haga bailar. Y muy importante: que no pare de bailar. Porque el DJ que no baila no es de fiar.

Su eclecticismo y su buen gusto la han convertido en una figura habitual en los círculos más selectos del indie. Gallega de 27 años, ha pinchado en festivales como el FIB o el Sónar y ha compartido escenario con David Guetta, Air o Arcade Fire.

¿En qué momento decidió ser DJ? Me gustaba grabar y regalar cintas a la gente. También ponía el radiocasete en la puerta de mi habitación en el cole donde estaba interna para que todo el mundo oyese lo que a mí me gustaba. En cuanto me surgió la oportunidad de dedicarme a ello, dejé todo lo demás.

¿Tiene el mismo mérito pinchar indie que rap o electrónica? Creo que sí, para los tres hace falta buen gusto.

¿Qué ingredientes no pueden faltar en una sesión de Eme DJ? Improvisación, melodía y variedad.

Si la gente no baila... Pruebo con otra cosa.

¿Ha tenido más dificultad o facilidad para abrirse paso como DJ por el hecho de ser mujer? Yo no he tenido problemas. Sí es cierto que por ser chica me han dicho cosas como "para ser mujer no lo haces mal", que si te paras a pensarlo es un poco fuerte. Y sí, la gente es más crítica, porque les llama la atención ver a una chica pinchando, pero bueno, para mí lo importante es que se queden con la música, nada más.

¿Qué futuro cree que tiene la profesión de DJ? No tengo ni idea... lo importante es vivir el presente y aprovechar las oportunidades. En mi caso, mis planes pasan por seguir formándome día a día, aprendiendo nuevas técnicas y estilos, seguir conociendo a otros DJ, aprender de lo malo y, sobre todo, disfrutar de lo bueno.

El selecto grupo de los DJ más prestigiosos del mundo precibe sueldos que nada tienen que envidiar a los de las estrellas del pop yel rock. El francés David Guetta cobra unos 30.000 euros por sesión. La estrella estadounidense del techno, Carl Cox, pide 20.000 por noche. Ninguno de los dos se acerca a los 50.000 de caché de DJ Tiesto, el que a día de hoy es el pinchadisocs mejor pagado del planeta.