La Sala de Juntas de la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid estará presidida por un mural alegórico de 12 metros cuadrados de superficie, obra del artista Santiago Bellido, que comenzó a elaborarse en verano de 2010 y que muestra figuras representativas de las distintas titulaciones impartidas en la institución académica, creando una escena inspirada en el Decamerón de Boccaccio.

La pintura recién concluida, que está elaborada con pintura acrílica y utiliza la técnica del collage en alguna de sus partes, pretende servir como imagen de las actividades y la vida universitaria, a modo de representación de la UEMC.

Según el autor, que es profesor en la Universidad, el mural "es la obra de mayor envergadura en la que he trabajado".

Para la preparación del mural, Santiago Bellido solicitó a algunos alumnos que posasen para él, de forma que los modelos para cada figura alegórica se corresponden con estudiantes reales de la Universidad, cada uno de ellos representando a su propia carrera, según informaron a Europa Press fuentes de la UEMC.

La idea principal del nuevo mural es la representación de una imagen alegórica, un motivo clásico, en el que figuras representativas de las distintas titulaciones impartidas en la Universidad creen una escena.

Bellido recuerda que estas alegorías académicas "se pueden encontrar en representaciones clásicas, como el 'trivium' y el 'quadrivium' de Artes liberales, que representan la enseñanza clásica".

"No quería darles una imagen muy antigua, entre otras cosas porque algunas de las titulaciones son de reciente creación, así que las referencias arcaizantes han sido sutiles", destaca el artista.

Las alusiones a cada una de las carreras son plenamente visibles, pero sin dejar que rompieran la interacción entre las figuras, que adoptan posturas naturales.

Diez titulaciones oficiales

La UEMC ofrecía en el momento del encargo diez titulaciones oficiales, así que son diez figuras las que aparecen en el mural.

Según Bellido, "para mí es importante la recreación de un conjunto armónico, no sólo compositivamente, sino también en su actitud", por lo que optó por utilizar como motivo argumental una escena del Decamerón de Boccaccio: siete jóvenes damas y tres acompañantes varones se divierten en un retiro campestre narrando historias.

Una de las ideas principales de la obra es la diferencia de carácter entre los protagonistas del relato, que sirve, sin embargo, para enriquecer la interacción entre ellos, algo que el autor considera que ocurre con la buena comunicación que hay entre áreas y profesores de la Universidad.

Existe una identificación, "que no tiene por qué resultar evidente", entre los personajes del Decamerón y las figuras alegóricas pintadas, ha concluido el autor.