El monasterio de la Santísima Trinidad de religiosas franciscanas clarisas de Valencia ha acogido la ceremonia de toma de hábitos como novicia de una joven de 25 años. La religiosa ha compaginado hasta ahora su colaboración como voluntaria en la Casa de Caridad de Valencia con su trabajo como empleada de hogar de una familia, según ha informado el Arzobispado en un comunicado.

Además, la toma de hábitos de la nueva religiosa, Delicia Alcántara, natural de Lima (Perú), ha sido la primera que tiene lugar en este monasterio de vida contemplativa en las últimas décadas. La celebración ha sido presidida por el maestro de novicios del convento franciscano de Santo Espíritu, Ángel Ramón, y en ella han participado, además de la comunidad de religiosas clarisas del monasterio de la Trinidad, los novicios franciscanos de Santo Espíritu que han acompañado a la novicia con cirios encendidos, siguiendo un rito medieval, y la familia valenciana para la que trabajó como empleada de hogar.

El rito de iniciación de la vida religiosa ha incluido la vestición con el hábito tras despojarse voluntariamente de su vestido seglar "como signo de renuncia voluntaria al modo de vida", el corte de pelo "como renuncia también al adorno personal y la aceptación de la entrega a Dios por encima del interés propio", y la sustitución de su calzado por el de las sandalias de la orden franciscana.

A partir de ahora, la joven peruana, que tomará el nombre de sor Delicia Corazón de Jesús, realizará dos años de noviciado y tres de juniorado, antes de la profesión de votos solemnes.

Según han indicado fuentes de la familia para la que trabajaba la nueva religiosa, "es una joven extraordinaria que desde que llegó hace cinco años de su país dedicaba sus tiempos libres a acudir a la Casa de Caridad como voluntaria para ayudar a pobres y enfermos y para colaborar en la cocina". Al mismo tiempo, "mostraba desde hacía tiempo una inquietud espiritual muy grande y una gran ilusión y esperanza por servir a Dios como religiosa de vida contemplativa".

A través de un sacerdote, Juan Andrés Taléns, que precisamente ha pronunciado la homilía en la misa de toma de hábitos, Delicia entró en contacto con el monasterio de la Trinidad, donde ha permanecido en el último año.