«Estamos en un valle que favorece el estancamiento del aire, cada vez que hay situación anticiclónica se forma un tapón, el aire no asciende y no se regenera», explica  MªTeresa Ortega, profesora de climatología de la Uva.

El tráfico es el máximo responsable, pero también las calefacciones y las industrias.

La contaminación, según los neumólogos, perjudica a personas con bronquitis o asma y puede ocasionar incluso muerte prematura.

Propuestas limpias

Asociaciones y partidos políticos ya han presentado algunas propuestas para reducir la contaminación.

‘Parkings’: No más aparcamientos en el centro.

Coche compartido: Para ir al trabajo, beneficios en el pago de aparcamiento.

Carril bic: Promoción de bicicleta como transporte.

Velocidad: Crear zonas de tráfico lento en barrios y cierre del centro a los coches.

Semáforos: Con prioridad para los peatones.

Autobús: Mejorar y ampliar la red de transporte público y de buses urbanos.

En el mundo

Londres: Se pagan ocho euros por acceder al centro.

Roma: Un día circulan los coches con matrículas pares y otro, los impares.

París: No circulan todoterrenos si hay polución.

El ‘smog’

Un término acuñado en Gran Bretaña, fruto de unir las palabras smoke (humo) y fog (niebla). Un fenómeno que se produce cuando hay niebla  espesa con un aire contaminado y nocivo. Se observa por el polvillo que deja en los coches cuando levanta la niebla. La situación en Valladolid no se puede comparar con la de Londres, pero aun así, la media es de 45 días con niebla al año; 107 días, si contamos también las neblinas. El pasado año la estación que más rebasó los límites (139 días) fue la situada en Arco de Ladrillo.