Las funciones que le deparan a un político una vez elegido por los ciudadanos no suelen coincidir con la preparación o estudios cursados. «Por esta razón necesitan una formación general del área que van a dirigir, ya que sus decisiones nos afectan a todos», explica un analista político.

De hecho, en el último encuentro celebrado para abordar este tema, representantes políticos de Granada reconocieron la necesidad de «recibir una formación específica» que permita un mejor ejercicio de sus funciones y tomar decisiones que no traspasen la legalidad.

Precisamente ésta es la motivación que cada año lleva a unos 3.000 cargos electos, funcionarios y trabajadores de instituciones a acudir al Centro de Estudios Municipales y Cooperación Internacional (Cemci).

Lo que peor llevan...

Urbanismo, economía y recursos humanos son las áreas más difíciles de gestionar para nuestros políticos, según explica el director del Cemci, José Antonio Aparicio.

Este organismo es una especie de academia donde, mediante encuentros, cursos y másters, se enseña a los cargos electos «nociones generales de cómo dirigir su equipo y el área que presiden para que no se sientan perdidos y una formación más especializada a directivos y técnicos», añade Aparicio.

Está claro, para triunfar hay que reciclarse.

¿Qué estudios tienen las autoridades?

Alcalde de Granada: José Torres Hurtado es ingeniero técnico agrícola. Ha sido diputado nacional y delegado del Gobierno central en Andalucía, entre otros cargos.

Subdelegado del Gobierno central: Antonio Cruz se licenció en Filosofía y Letras y fue, entre otras cosas, primer teniente de alcalde del Consistorio de la capital (1999-2003).

Delegada de la Junta de Andalucía: Teresa Jiménez es licenciada en Filología Hispánica y Románica. Fue parlamentaria andaluza y directora del Instituto Andaluz de la Mujer.

Presidente de la Diputación: Antonio Martínez Caler hizo Magisterio y llegó a la Alcaldía de su pueblo natal, Caniles.