El Ayuntamiento de Santander ha renovado las instalaciones de alumbrado en nueve colegios públicos de la ciudad para mejorar su eficiencia energética y conseguir un ahorro en el consumo de energía de alrededor del 25 por ciento en cada centro.

La actuación, que ha supuesto una inversión de 265.163 euros, ha consistido básicamente en la sustitución de más de 5.000 unidades de fluorescentes y lámparas, según explica en nota de prensa el concejal de Barrios y Servicios Generales, Santiago Recio.

Los centros en los que se ha acometido esta renovación han sido los colegios Cisneros, Mendoza, Magallanes, Sardinero, Dionisio García Barredo, Gerardo Diego, María Sanz de Sautuola, Elena Quiroga y el parvulario del María Sanz de Sautuola.

Con la ejecución de este proyecto se ha incorporado la tecnología electrónica a los sistemas de iluminación de estos centros y se han sustituido completamente las lámparas de iluminación por incandescencia (con un rendimiento lumínico entre el 8,5 y el 14%), por lámparas compactas, capaces de transformar entre el 35 y el 50 por ciento de la energía eléctrica que reciben en lumínica y que generan de forma inmediata un incremento de la eficacia luminosa y, en consecuencia, una disminución del coste de consumo.

Se han instalado además detectores de presencia en las zonas que ha sido posible, de manera que las luces se apaguen automáticamente cuando no haya nadie y se enciendan en función de la luminosidad de la sala, es decir, sólo si no hay suficiente luz natural y es necesaria la iluminación artificial.

Otra actuación que se ha llevando a cabo ha sido la instalación de reactancias electrónicas, retirando las convencionales, lo que supone la reducción del consumo en más de un 30 por ciento y prolonga la vida útil del fluorescente hasta un 25 por ciento más. Además, el encendido es inmediato y no produce ruido, y se incrementa la luminosidad del tubo de un 13 a un 15 por ciento más.