Uno de los heridos en el accidente de tráfico, que tuvo lugar a las puertas de la discoteca Manhattan de Huesca, ha confiado en que lo ocurrido aquel 28 de julio de 2007, no vuelva a suceder.

José Antonio Rodríguez es una de las víctimas del atropello múltiple por el que va a ser juzgado Víctor Manuel G.R., quien circulaba en estado de embriaguez y tras haber fumado cannabis, a una velocidad de 110 kilómetros por hora, aunque existía una limitación a 40 kilómetros. A las puertas de la discoteca Manhattan, situada en la Ronda de la Industria de la capital aragonesa, arrolló a un grupo de personas.

Como consecuencia del atropello fallecieron dos personas y otras ocho, entre ellas, José Antonio Rodríguez, resultaron heridas.

El juicio contra el único acusado, Víctor Manuel G.R., de 25 años, en prisión preventiva desde hace tres años y medio, comenzará en la Audiencia Provincial de Huesca este lunes. Es el presunto autor de dos delitos de homicidio, dos de lesiones muy graves, cinco de lesiones y una falta. La Fiscalía pide 34 años y medio de cárcel.

José Antonio Rodríguez, quien todavía no ha recibido el alta a causa de las intervenciones quirúrgicas a las que ha sido sometido, como la amputación de las dos piernas, y cuyas graves secuelas están por definir, afronta este juicio con la confianza de que se haga Justicia y espera que lo ocurrido sirva de lección y que no vuelva a suceder.

Ha manifestado que "en estos días se va a recordar el hecho, pero espero que ya pasemos página porque nos cuesta mucho volver a recordar estas cosas". Rodríguez ha añadido que espera que "salga una sentencia que sea la mejor que pueda salir y que no vuelva a suceder algo así, que nos sirva de lección a todos, esto sería lo mejor".

El juicio dará comienzo a las 10.15 horas del lunes y se desarrollará hasta el jueves. Durante este tiempo pasarán por la Audiencia un total de 44 testigos y 6 peritos. El primer día, se procederá al interrogatorio del acusado y declararán seis policías; al día siguiente, lo harán los ocho heridos y algunos testigos y el día 12 continuarán los testimonios.

Las pruebas periciales se practicarán al día siguiente, con la intervención de médicos forenses, que ampliarán los informes de la autopsia de los cadáveres y de las heridas y secuelas de los heridos; de psicólogos del Instituto de Medicina Legal de Aragón, que valorarán al porcesado y guardias civiles, que reconstruirán el accidente.

En el juicio se personan la defensa y trece acusaciones particulares, teniendo representación también la compañía aseguradora del coche que conducía el acusado en el momento del atropello, como presunta responsable civil, y la madre del mismo, propietaria del vehículo, como responsable civil subsidiaria.