Piden seis años de prisión para el apoderado de un concesionario por apropiarse de vehículos y más de 125.000 euros

Junto a otro acusado, se sentará en el banquillo el próximo martes y será juzgado durante cuatro días

La Fiscalía solicita seis años de prisión para el apoderado de un concesionario de vehículos por apropiarse de forma ilícita, entre 2004 y principios de 2005, de más de 125.000 euros y vehículos en perjuicio de terceros e incrementando así su patrimonio, mientras que pide dos años y medio de cárcel para un segundo acusado por colaborar en el desarrollo de estas operaciones.

Así, el Ministerio Público atribuye al primero de ellos, David C.M., los delitos de apropiación indebida y estafa, y al segundo, Alejandro R.Q., lo considera cooperador necesario en la comisión de otro presunto delito de estafa. Además, reclama que ambos así como Autos Córdoba -del que David C.M. era apoderado- indemnice con más de 125.950 euros a un total de 28 perjudicados por estos presuntos hechos.

El juicio contra los dos acusados, que tendrá lugar ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, arrancará el próximo martes a las 10.00 horas y prevé prolongarse hasta el viernes.

En su escrito de calificación provisional, la acusación postula que después de que a David C.M. se le atribuyera la facultad de realizar cobros, pagos, actos administrativos y de poder disponer de toda clase de bienes muebles e inmuebles de la empresa, ubicada en Es Coll d'en Rabassa, en Palma, llevó a cabo las operaciones ilegales mediante el depósito y la gestión de venta de vehículos; la creación de una apariencia de solvencia, y el recibo del dinero por la venta o reserva del coche sin entregarlo.

En este contexto, el acusado, con la intención de enriquecerse injustamente, efectuó presuntamente acciones dirigidas a incorporar a su patrimonio los vehículos que recibía en calidad de depósito -venta o reparación-, comisión o gestión de venta sin devolver el producto a sus titulares, que ignoraban a su vez que no podrían inscribir a su nombre el vehículo en tráfico.

En otra ocasión, los dos acusados entregaban a los clientes, para pagarles cantidades debidas, pagarés vinculados a una cuenta corriente que carecía de fondos, mientras que en otros casos David C.M. recibía dinero de los clientes por la venta o la reserva de un vehículo, cantidades que el acusado incorporaba a su patrimonio sin hacer entrega de los automóviles ni restituir las cantidades entregadas, tal y como señala la Fiscalía.

Asimismo, el inculpado, para lograr la venta de los vehículos a terceras personas, supuestamente les ocultaba que carecía de la autorización necesaria por parte del titular del coche o que éste había sido dado de baja y, por tanto, no podía circular.

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