La sexta campaña para el control de la población de gaviotas urbanas nidificantes en Santander, que se puso en marcha en mayo, ha intervenido en 430 nidos de los tejados urbanos de la ciudad y retirado un total de 1.047 huevos.

La concejala de Medio Ambiente, Carmen Ruiz, ha señalado que el objetivo prioritario de este plan, que lleva a cabo un equipo de biólogos de la empresa BHS Consultores Ambientales con amplia experiencia en trabajos con aves y fauna silvestre, es evitar la proliferación de estas aves en los tejados y reducir las molestias a los vecinos.

Desde su inicio se han llevado a cabo campañas de información sobre este servicio municipal y sobre recomendaciones generales a la ciudadanía acerca de cómo evitar dejar restos de comida en la calle, cerrar los contenedores de basura y no dejar las bolsas fuera.

La respuesta de los vecinos a esta campaña sigue siendo "muy positiva" y éstos ya perciben esta actuación como "necesaria", ha destacado la edil.

Ruiz ha recordado que desde el comienzo de esta campaña en el año 2005 se han realizado 4.330 visitas a 2.550 edificios de la ciudad que han supuesto la retirada de un total de 2.736 nidos y más de 6.217 huevos.

La población de gaviotas en la ciudad continua su decrecimiento, tanto en el número de parejas con éxito reproductor como en su productividad. Por lo tanto, la concejala ha valorado como "un éxito" el plan de control, en gran parte gracias al "alto grado de participación ciudadana", ha destacado.

En este sentido, ha apuntado que los vecinos han hecho posible que un año más se consigan los objetivos marcados, como el logro del abandono de territorios de nidificación y la importante reducción del reclutamiento juvenil, lo que conlleva la disminución de las molestias por el no nacimiento de pollos.

La concejala ha explicado que las gaviotas anidan en Santander aproximadamente desde el año 1995. Al igual que sucede en muchas ciudades costeras españolas y europeas, la colonización se debe, sobre todo, a la saturación de sus espacios de cría naturales.

Las gaviotas, a pesar de las molestias que ocasionan, no son aves peligrosas ya que solo realizan vuelos y gritos intimidatorios como medida de protección de sus nidos. Tampoco son aves transmisoras de enfermedades para los humanos.