Personas llegadas no sólo de distintos puntos de Cantabria y España sino de varios países acudieron a esta fiesta que es una de las de mayor arraigo de la comunidad autónoma.

Entre los asistentes se encontraban el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; la vicepresidenta, Lola Gorostiaga; el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Javier López Marcano; y la consejera de Educación, Rosa Eva Díaz Tezanos, entre otros.

Pasadas las doce de la mañana comenzó el desfile de los participantes en esta mascarada carnavalesca, tales como la madama, la Pepa, la Gorilona, los trapajones, el oso y su amo, la preñá, el zorrocloco, los viejos o los danzarines, todos ellos vestidos de manera vistosa y con una función y un simbolismo propios.

Como en cada edición, los grandes protagonistas de la jornada han sido los zarramacos, ataviados con pieles de carnero y sombreros picudos que llevan la cara pintada de negro y que van ahuyentando los malos espíritus del año que comienza haciendo sonar los campanos que llevan atados al cuerpo.

Atendiendo a la edad y envergadura del zarramaco, éste porta cuatro campanos por delante y cuatro por detrás. Normalmente los superiores son los más grandes y de mayor peso. Éste oscila en torno a los 40 kilos, si bien existen referencias de un zarramaco en Silió que un año llevo 12 campanos (unos 50 kilos).

Ellos fueron los encargados de protagonizar la escena más llamativa de la jornada, la muerte del oso, que se produjo hacia las dos de la tarde, y que simboliza la victoria sobre el mal.

A pesar del frío, y de la llovizna que ha acompañado a la jornada, se trata de una de las ediciones que han contado con más afluencia de público, según comentaron a Europa Press algunos lugareños.

Así, a pesar de las zonas habilitadas para el aparcamiento, hacia las once de la mañana ya era prácticamente imposible encontrar una plaza para estacionar el coche.

Este año también las coplas fueron uno de los momentos más esperados por los asistentes que escucharon composiciones que hablan de cuestiones de actualidad a las que no escaparon las filtraciones de wikileaks.