La Audiencia de Girona ha condenado a 16 años de cárcel al inquilino de un piso de Blanes (Girona) por asesinar en enero de 2009 al propietario del inmueble después de que le amenazara con desahuciarlo si no pagaba los meses que debía.

El condenado, David P.R., también estará inhabilitado durante el tiempo de la condena y tendrán que indemnizar a la hija del fallecido con 60.000 euros y a la pareja sentimental del hombre en el momento de los hechos con 20.000 euros más.

En cambio, al hijo de la víctima no tendrá que indemnizarlo ya que "había roto toda relación con su padre, dejando de hablarse desde hacía aproximadamente 10 años y habiendo llegado incluso a variar el orden de sus apellidos situando en primer lugar el de la madre".

El veredicto del jurado popular consideró probado que mató a la víctima con un cuchillo de 15 centímetros asestándole trece puñaladas en el cuello, las cervicales y la espalda, causándole la muerte como consecuencia de un rápido desangrado.

Además, que el acusado se aprovechó conscientemente de que el hombre "se encontraba de espaldas y desprevenido, lo que provocó la imposibilidad de la víctima para defenderse de un ataque súbito". Es por todo ello que esta muerte se ha considerado alevosa.

El jurado reconoce que no hay una prueba directa del crimen, pero sí varios indicios con "gran potencia acreditativa". En primer lugar, que mantenían una relación de arrendador y arrendatario, y que el acusado debía a la víctima varias mensualidades, lo que habría propiciado el móvil del suceso, ya que la relación "estaba tan viciada que se alza como el disparadero adecuado para causar la muerte, bien para aliviar la situación deudora, bien como consecuencia de una agria discusión".

Datos indiscutibles

En segundo lugar, también es determinante la existencia de dos datos "objetivos e indiscutibles", el hallazgo de huellas dactilares del acusado en papeles de la víctima, y el hallazgo de sangre del fallecido en una toalla encontrada en el domicilio del arrendatario.

Finalmente, la sentencia absuelve al procesado del delito de robo con fuerza del que también se le acusaba.

Los hechos tuvieron lugar el 9 de enero de 2009, cuando el propietario del piso llamó al acusado para pedirle que pagara lo que debía —los meses de diciembre y enero—. Además, el hombre amenazó al inquilino con desahuciarlo y cambiar la cerradura de la vivienda si no pagaba.

Entonces, David P.R. fue a ver a la víctima a su garaje —dónde cobraba las facturas de alquiler— y aprovechó que el hombre estaba de espaldas para apuñalarlo.