Mateos apostará por evaluar la demanda de las titulaciones universitarias para diseñar el nuevo mapa aún sin acuerdo

El consejero de Educación, Juan José Mateos, ha apostado por evaluar el grado de demanda de las distintas titulaciones impartidas en las universidades de Castilla y León a la hora de diseñar el nuevo mapa, punto en el que adelantó que abogará por el consenso aunque, en caso de que no exista, tomará la decisión "oportuna".

El consejero de Educación, Juan José Mateos, ha apostado por evaluar el grado de demanda de las distintas titulaciones impartidas en las universidades de Castilla y León a la hora de diseñar el nuevo mapa, punto en el que adelantó que abogará por el consenso aunque, en caso de que no exista, tomará la decisión "oportuna".

En una entrevista concedida a Europa Press, el consejero calificó de "histórica" la adaptación de las titulaciones a las demandas de Bolonia, un proceso "cumplido" que, no obstante y a su juicio, no se ha aprovechado "al cien por cien" dado que no se ha alcanzado el grado de colaboración deseado entre las universidades en lo que tiene que ver, por ejemplo, con titulaciones que presentan "muy poca demanda".

La tercera fase, que comienza en la actualidad, se centra en el diseño del nuevo mapa de titulaciones, para cuya elaboración se revisarán los resultados de demanda "de forma objetiva", con "datos reales" y se apelará al consenso de las instituciones académicas, ocho que imparten más de 300 titulaciones.

"Debe de imperar el sentido común", aseveró antes de reconocer que, pese a que algunas decisiones pueden ser "dolorosas", las plazas de los docentes nunca estarán en peligro —"no vamos a poner en dificultades ni a los profesores ni a las titulaciones, todo se puede compartir pese a que es complejo y difícil"— y apuntar a este como el "reto" al que tendrá que enfrentarse el sistema universitario regional.

Mateos, asegura, cuenta con la "colaboración inestimable" de los rectores para llevar a cabo la reforma, momento que "ha llegado" y ante el que, adelantó, tendrá capacidad de "ejercer" su "responsabilidad" de "tomar decisiones" en caso de considerarlo necesario tanto sobre las titulaciones que se pondrán en marcha como sobre las instituciones que las impartirán.

"Si lo puedo hacer con acuerdo lo hará con acuerdo, si no tomaré la decisión oportuna", aseveró antes de explicar que procesos de estas características se pueden hacer "cuando se pueden hacer" y que el momento transcurrido hasta la actualidad no era el adecuado.

El plazo de remodelación del mapa se ha establecido para los años 2011 y 2021 y su contenido se tratará de acordar en el segundo trimestre del próximo año y, en caso de que no pudiese ser viable, se llevará a cabo en la siguiente legislatura.

"Las universidades han llegado a la actualidad por su inteligencia y capacidad de adaptación a lo largo de los años", concluyó.

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