El acusado de la muerte de un joven que medió en una pelea de pareja dice que le golpeó "accidentalmente"

La novia del imputado dice que éste "no es ningún peligro" y que tan sólo "se intentó quitar de encima" a la víctima

El imputado por la muerte de Daniel Oliver, el joven de Benicull (Valencia) que falleció tras mediar en una pelea de pareja y recibir un golpe en la cara cuando se encontraba en la Avenida de los Naranjos de Valencia a mediados de octubre de 2007, ha afirmado que le golpeó "accidentalmente" y que no le insultó. También ha declarado que tras el suceso no duerme por las noches. "No soy persona, no puedo trabajar", ha dicho.

El hombre, durante su declaración en el juzgado de lo Penal número 1 de Valencia —en una vista que se ha tenido que suspender por la falta de un testigo que tenía que declarar por videoconferencia—, ha reconocido que el día de los hechos discutió con su pareja por un mensaje que le llegó a ella a su teléfono móvil, pero ha dicho que no le pegó. Luego notó que un chico se acercó por detrás y se lo intentó quitar de encima.

Esta versión ha sido corroborada por la chica que entonces era su pareja, quien ha resaltado que el acusado "no es ningún peligro". Ha explicado que todo fue "muy rápido" y que la discusión con su ex pareja "parecía más de lo que fue". Ha relatado que vio como un chico se acercaba levantando los brazos, corriendo, y pensó que iba a pegar al acusado. "Él se giró y se lo quitó de encima", ha insistido.

La joven ha explicado que la acción de quitárselo de encima "no fue premeditada", y ha relatado que "más que un golpe fue un empujón", y que luego dio por hecho que la víctima se había resbalado como consecuencia de que el suelo estaba mojado, ya que estaba lloviendo.

También ha indicado que tras el incidente, ambos acudieron varias veces al hospital en el que Daniel había ingresado en estado de coma, para interesarse por su estado, pero ha dicho que los padres nunca quisieron hablar con ellos. Algo que ha considerado "normal". Asimismo, ha señalado que el acusado estuvo con la víctima hasta que llegó la ambulancia y que intentó socorrerle.

Por su parte, la mayoría de estudiantes que han prestado declaración ante el magistrado han coincidido en que el día de los hechos, el acusado estaba discutiendo con su pareja en el Campus de Tarongers, y Daniel, la víctima, tras observar la escena al bajar del autobús, dejó su mochila y se dirigió hacia ellos para mediar. Respecto a la discusión de la pareja, algunos testigos han afirmado que los vieron elevar la voz e incluso zarandearse, pero tan sólo dos de ellos han afirmado que vieron que éste le golpeaba y le daba patadas.

Según estos testigos, Daniel le dio un grito "para frenar la situación", y en ese momento el acusado se giró, dio "dos o tres pasos hacia él", y le dio un puñetazo en la cara —algunos dicen que a la altura de la nariz, otros que en la garganta—. Como consecuencia, vieron que la víctima se desplomó, "cayó como un tronco" hacia detrás, y se dio un golpe en la cabeza contra el suelo.

El agresor "le dio un golpe seco, no fue un empujón, y se lanzó hacia él con mucho ímpetu. Después Daniel cayó como un tronco", ha afirmado uno de los testigos. Otro ha asegurado que "se desplomó de espaldas y seco, sin hacer ninguna reacción. Cayó y rebotó contra el suelo, pero él no hizo ningún ademán".

"Lo ví caer hacia detrás como un tronco. El acusado lo volvió a levantar, lo cogió y al verlo inconsciente lo dejó", ha dicho otra joven. Sobre este último aspecto, según relata el fiscal y la defensa, el acusado, tras ver que el joven había caído, lo levantó, intentó reanimarle y le sujetó la lengua para que no se la tragara. Uno de los testigos ha corroborado que el acusado le metió los dedos en la boca a la víctima. Pero el resto no lo recordaba.

Médicos y policías

Uno de los sanitarios que atendió a Daniel ha explicado que le vieron tendido en el suelo cuando iban a atender otro servicio, por lo que se detuvieron. En ese momento, "prácticamente nadie" decía nada, "la gente estaba un poco apartada". Le preguntó al acusado, que pensaba que era amigo de la víctima, si éste sufría epilepsia o algo, y él le dijo que no lo conocía mucho y que habían discutido.

Cuando este joven abandonó el lugar, alguien le comentó que él era el que había golpeado a la víctima en la traquea, "varias veces". Otro sanitario ha afirmado que varios testigos le dijeron que el acusado había dado un puñetazo a la víctima y, como consecuencia, éste se había caído de espaldas. Cuando llegaron, según han dicho, no había nadie asistiendo a Daniel.

Por su parte, los agentes que han prestado declaración han ratificado su atestado porque no recordaban los hechos. Asimismo, han confirmado que el acusado fue detenido en mayo de 2007 por malos tratos en el ámbito familiar.

No obstante, los agentes de Policía Local que lo detuvieron han narrado que cuando le encontraron iba sin camiseta, y ésta estaba manchada de sangre por el coche en el que circulaba. Uno de ellos ha indicado que al principio intentó negar los hechos, aunque el otro ha afirmado que los reconoció desde el principio.

Por estos hechos, el ministerio fiscal pide para el acusado en su calificación provisional de los hechos la pena de dos años de prisión y una multa de 180 euros por una falta de lesiones y un delito de homicidio por imprudencia. También reclama que indemnice a los padres de la víctima con 180.000 euros. Por su parte, la defensa ha reclamado su libre absolución al considerar que todo fue un accidente.

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