La Audiencia de Cantabria ha absuelto al acusado de robar un coche porque junto a sus huellas dactilares, en el vehículo aparecieron las de otras 17 personas, lo que provoca "incertidumbre" sobre quien pudo ser el autor real del delito.

Los hechos sucedieron en noviembre de 2004, cuando el vehículo fue robado cuando estaba estacionado en Torrelavega. Apareció seis días después en Madrid, sin la placa delantera de matrícula y con desperfectos por valor cercano a los 3.000 euros.

En el interior del vehículo y en un porta CDs, se encontró una huella dactilar que coincidía con la del acusado, pero también otras 17 huellas de personas que no han podido ser identificadas.

Inicialmente, el Juzgado de lo Penal número 1 de Santander condenado al acusado a un año de prisión por un delito de robo con fuerza, además de a indemnizar a la propietaria del coche por el importe de los daños acusados.

Ahora, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria incide en que transcurrieron seis días entre la sustracción y la recuperación del vehículo, una diferencia temporal que plantea "dudas considerables" sobre el momento en que el acusado pudo estar en su interior, "que no tiene que ser necesariamente" cuando se produjo el robo.

El acusado alegó que estuvo en el coche porque lo había probado de cara a una futura compra. Y la huella apareció en un porta CD, lo que se considera que puede apoyar esta versión, por lo que la Audiencia entiende que existe una "incertidumbre" sobre los motivos de que apareciera esta marca que le lleva a absolver al acusado.