Orugas, de turismo por Medina Azahara

Los expertos no hablan de «plaga», pero su elevado número puede traer problemas. El conjunto arqueológico está tomado.
Esta oruga se parece a la procesionaria, pero no es urticaria.
Esta oruga se parece a la procesionaria, pero no es urticaria.
Vacas
Esta oruga se parece a la procesionaria, pero no es urticaria.
La lagarta peluda de los prados, como popularmente se conoce a la Ocnogyna baetica, no es bonita precisamente, pero es andaluza de pura cepa. El invierno se lo ha pasado en los nidos que las hembras han fabricado en los márgenes de las carreteras y es ahora cuando sale a buscar alimento (puede llegar a recorrer hasta dos km). A mediados de marzo, se entierra a unos diez centímetros de profundidad. Nueve meses más y comienza de nuevo el ciclo.Turistas asustados

Miles de estas lagartas peludas, en su periplo, se han topado con el complejo de Medina Azahara. El director del monumento, Antonio Vallejo, resta importancia al elevado número y sostiene que ha ocurrido otros años.

Y no es que la lagarta tenga ansias por disfrutar de la magnífica ciudad de los califas. Es que tiene hambre.

Enrique Vargas, profesor de la Escuela de Agrónomos de Córdoba, forma parte de un equipo que ha estudiado en profundidad esta oruga.

Explica que este año todavía «no se puede hablar de plaga, aunque se ha observado un número anormalmente alto que puede dar problemas». El mayor inconveniente puede ser que entren para alimentarse en algún cultivo. Les vuelven locas las hojas tiernas de las habas.

Por su parte, la Junta de Andalucía tampoco habla de plaga, mientras que Medio Ambiente niega que, de momento, se vaya a poner en marcha alguna medida de control.

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