El problema está, explican desde Tussam, en que no pueden adquirirlos todos de gas natural porque son más caros y porque las empresas no son capaces de construir tantos para esa fecha. Por ello,  las diferentes empresas presentarán un informe sobre cuántos pueden aportar de cada modelo.

El transporte público de la capital hispalense está aún a la cola en el objetivo de reducir lo más posible la contaminación por emisiones. De hecho, es de las únicas grandes ciudades de España que sólo tiene dos autobuses funcionando con gas natural. Menos de un 1% de su flota. Otros 18 estarán en funcionamiento en dos meses. En cambio, en ciudades como Valencia, Málaga, Barcelona o Madrid lo utilizan más del 15% de su flota desde hace más de un año. Tienen autobuses de gas natural y además cuentan con vehículos que circulan ya con biodiésel, combustible menos contaminante.

Opción más ecológica

Tussam puso en marcha durante el pasado año un proyecto piloto para probar este carburante en los autobuses sevillanos. Y el resultado fue que cuatro circularon con biodiésel hasta el pasado mes de diciembre. Pero todavía no se sabe si la empresa municipal de transporte optará finalmente por usar este tipo de combustible en sustitución del diésel, el más contaminante de todos.

El hidrógeno moverá a los autobuses de Málaga en 2008

Mientras a Sevilla en 2007 seguirán llegando buses diésel, a Málaga lo harán, a finales de 2007 y principios de 2008, con motor de combustión de hidrógeno. Será una de las seis primeras ciudades que usen este combustible para mover al transporte público. Para obtenerlo se utiliza el agua. No obstante, la flota malagueña ya será ecológica este año.