Las lluvias torrenciales que en los últimos días han caído sobre la región desértica de Tinduf, al oeste de Argelia, han dejado sin hogar a unos 50.000 saharauis que residen en tres campos de refugiados, según afirmó ayer la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR). «Las lluvias han dejado a 50.000 saharauis con la urgente necesidad de ayuda, después de que las crecidas hayan destruido sus hogares», relató ACNUR en un comunicado. De acuerdo con sus datos, desde el pasado jueves las fuertes lluvias caídas en la región, desconocidas allí desde 1994, han destruido el 50 % de las viviendas, en su mayoría construidas de adobe. Además, otro 25 % de los alojamientos está gravemente dañado. ACNUR confirmó que una mujer ha muerto y que varias personas han resultado heridas a causa de las inundaciones.