Los Presupuestos Generales de Cantabria para 2011 y la nueva reforma fiscal impulsada desde el Gobierno regional afrontan la última fase de su tramitación para la aprobación definitiva. El Pleno del Parlamento comienza este jueves el debate presupuestario, que culminará el viernes con la aprobación de las cuentas regionales y de la conocida como Ley de Acompañamiento, que incluye la reforma fiscal.

La sesión, de carácter ordinario, comenzará a las nueve y media de la mañana con el debate del articulado de la Ley de Presupuestos y de cinco consejerías (Presidencia, Empleo, Obras Públicas, Desarrollo Rural y Economía). Se reanudará por la tarde, a las cinco, con las áreas de Medio Ambiente, Cultura, Educación, Sanidad y el Servicio Cántabro de Salud.

Para el viernes, a partir de las 9.30 horas, se dejará del debate relativo a la Consejería de Industria, el Servicio Cántabro de Empleo, la deuda pública y el Instituto Cántabro de Servicios Sociales. Y una vez aprobado el presupuesto, se debatirá la Ley de Medidas Fiscales y de Contenido Financiero.

Los presupuestos cántabros de 2011 alcanzarán los 2.395 millones de euros. Una vez descontada la deuda y otros gastos financieros, la capacidad real de gasto para las consejerías es de unos 2.160 millones, en los niveles de 2007, el año que más creció la economía de la región.

Será el segundo presupuesto consecutivo en el que los gastos bajan, pero el Gobierno ha recalcado que los ciudadanos "no van a notar" ese descenso en su bienestar, porque se mantiene la apuesta por las políticas sociales.

Se trata, en palabras del Ejecutivo, de unas cuentas "pensadas" para salir de la crisis "antes y mejor" que otras comunidades autónomas, para consolidar la "recuperación que parece vislumbrarse" y para mantener la "cohesión" social y territorial.

En cambio, el PP asegura que este presupuesto es "un auténtico instrumento para el desastre" que "no va a servir para iniciar la superación de la crisis", sino para "agravarla".

En este sentido, critica que se basa en los "mismos parámetros" que utilizaba el Gobierno en las "épocas florecientes", los mismos principios que han llevado a Cantabria a la situación actual y que han demostrado el "fracaso" de ese modelo.

Algunas cifras

El presupuesto de gastos para 2011 se sitúa en 2.395 millones de euros, un 2,5 por ciento menos con respecto a las cifras de 2010 (2.457). No obstante, si se descuentan los gastos financieros (que incluyen las amortizaciones de deuda y ampliaciones de capital), la cifra se sitúa en 2.234 millones, un 6,7 por ciento menos.

El 74 por ciento de ese gasto(1.655 millones de euros) se destina al área social del presupuesto, en el que se incluyen aportaciones como las destinadas a la sanidad, la educación, los servicios, sociales, el fomento del empleo, el acceso a la vivienda, la justicia o la protección civil, un apartado que se recorta un 6,4% comparado con el presupuesto de 2010.

Por su parte, el área de promoción económica se reduce un 14,4%, hasta 445 millones, destinados a actuaciones vinculadas al sector primario, la industria, el turismo, las infraestructuras o el I+D+i, entre otras.

Reforma fiscal

Por lo que respecta a la reforma fiscal, pretende lograr una "redistribución progresiva" de la carga tributaria y espera recaudar unos 20 millones de euros adicionales.

En concreto, la reforma fiscal actuará sobre el tramo autonómico del IRPF y sobre el impuesto de donaciones. Además, se incrementará el impuesto de matriculación en función del grado de contaminación y de emisiones de CO2 a la atmósfera.

También se crea un nuevo impuesto ecológico, que afecta a las bolsas de plástico de un sólo uso, las que no son biodegradables, que se gravan con cinco céntimos por bolsa. Las tasas, en términos generales, crecerán un 2%.

Para el PP, esta reforma fiscal, unida al endeudamiento de la Comunidad Autónoma, "paralizará" la economía cántabra. Sin embargo, el Gobierno sostiene que la alternativa del PP dejaría a la región sin recursos para financiar los servicios, el estado del bienestar y el cambio de modelo productivo y, con ello, "sin presente ni futuro".