El rector de la Universidad de Valladolid (UVA), Marcos Sacristán, ha reiterado este miércoles que se toma "muy en serio" acabar con los botellones que se celebran en instalaciones de la institución en determinadas fechas del calendario y ha mostrado su deseo de que la presencia policial "disuada" a los estudiantes de celebrar la "champanada" prevista para el próximo 22 de diciembre.

Sacristán, quien firmó hoy un acuerdo con el consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola, subrayó los "daños" que causa el consumo de alcohol, rechazó la imagen que la Universidad proyecta a través de estas acciones y aseveró que, pese a que se trata de una medida "poco popular", se ha tomado "muy en serio" acabar con este tipo de celebraciones.

Frente a ello, propuso no eliminar las fiestas que tradicionalmente se celebran pero sí cambiar su contenido de modo que, lejos del botellón, se puedan organizar dos fiestas "verdaderamente universitarias" al año y con carácter general.

El asunto se abordará mañana en una reunión que Sacristán, junto a la vicerrectora de Estudiantes, Rocío Anguita, mantendrá con representantes de los estudiantes en el Claustro de la UVA y ante el que, reiteró, defenderá su postura de ir adelante con un tema que será objeto de debate con los alumnos.

En este sentido y tras resaltar que la solución se encuentra en el diálogo, para lo que es preciso "dejar claras" las posturas de cada parte, el rector adelantó que, con carácter preventivo, se solicitará presencia policial para tratar de disuadir a los estudiantes para que no celebren la mencionada "champanada".

Tras resaltar que el del botellón es un tema que afecta a todas las instituciones, que deben conseguir transformar la sociedad en un "sistema de valores", Marcos Sacristán reconoció no saber el tiempo que se tardará en encontrar una solución pero sí que su decisión se basa en la defensa de la "imagen de la Universidad" y el "bien de los alumnos".