Ecologistas reclama una nueva evaluación y fase de alegaciones ante las "pretensiones" de 'Cobre las Cruces'

La organización advierte de que la mina pretende compensar con aguas depuradas las detracciones del acuífero Niebla Posadas

La federación sevillana de Ecologistas en Acción ha advertido este martes de que el acuífero Niebla Posadas constituye "una de las más importantes reservas de agua potable" para la capital andaluza y su área metropolitana, por lo que reclama que "cualquier nueva modificación" del Plan Global de Aguas diseñado por la compañía 'Cobre las Cruces', que explota la mayor mina a cielo abierto de Europa en suelos de Gerena, Guillena y Salteras, sea sometida a información pública y una nueva evaluación de impacto ambiental a cuenta de los posibles efectos en dicho cauce hídrico.

En un comunicado, Ecologistas en Acción ha advertido de las "pretensiones" de 'Cobre las Cruces', filial de la multinacional canadiense 'Inmet mining', para inyectar en el acuífero Niebla Posadas agua procedente de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de San Jerónimo al objeto de "compensar todo el agua que está extrayendo ilegalmente de ese acuífero protegido". Como se recordará, la compañía minera goza de una concesión administrativa autorizada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y ahora asumida por la Agencia Andaluza del Agua para aprovechar dicho recurso hídrico mediante un sistema de drenaje y re inyección.

Tal concesión administrativa fue suspendida en 2008 a cuenta de los expedientes sancionadores incoados por la CHG contra 'Cobre las Cruces' por la detracción no autorizada de 75.000 metros cúbicos de agua del acuífero Niebla-Posadas, la práctica de 20 sondeos no autorizados y el vertido de arsénico y otras sustancias contaminantes a este cauce hídrico, si bien la autorización fue restituida merced al Plan Global de Gestión de Aguas promovido por la firma minera precisamente para recuperar el aprovechamiento del acuífero.

Causa judicial

Las detracciones en cuestión, según la organización, se elevan a más de un millón de metros cúbicos de agua al año y estas "pretensiones" salen a la luz pública "a través" de las diligencias previas incoadas por el Juzgado de Instrucción número 19 de Sevilla contra cuatro directivos de la empresa minera. A estos directivos, en concreto, se les atribuyen presuntos delitos contra el medio ambiente y de daños continuados a cuenta, precisamente, del contenido de los expedientes sancionadores promovidos en 2008 por la CHG.

El acuífero Niebla-Posadas, según Ecologistas en Acción, "es una de las más importantes reservas de agua potable para Sevilla y su área metropolitana para épocas de sequía". Concretamente, la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (Emasesa), en su Manual de Sequía de 2007, "tenía prevista una reserva de 12,5 millones de metros cúbicos de agua de ese acuífero para abastecer a Sevilla en caso necesario". "Ahora, la mina pretende sustituir ese agua potable por agua procedente de un vertido urbano como es el derivado de la depuradora de San Jerónimo", advierte Ecologistas en Acción.

último expediente

La organización lleva advirtiendo "por escrito" a las autoridades andaluzas de las extracciones "ilegales" de agua protagonizadas supuestamente por la mina. A tal efecto, los ecologistas recuerdan que sus "reiteradas denuncias" desde septiembre de 2009 hasta agosto de 2010 motivaron un nuevo expediente sancionador a manos de la Agencia Andaluza del Agua (AAA), que finalmente "ha transformado en un procedimiento de revisión de la autorización, para satisfacer, una vez más, las exigencias de la mina".

Ecologistas en Acción recuerda que se ha dirigido al director general de Dominio Público Hidraúlico de la Agencia Andaluza del Agua, Javier Serrano, para conocer los detalles de esta nueva modificación de la gestión del agua de la mina 'Cobre las Cruces', pero hasta la fecha no ha recibido respuesta. "A pesar de la permanente colaboración de Ecologistas en Acción para defender el agua de los ciudadanos andaluces, exigiendo el cumplimiento de las autorizaciones otorgadas a Las Cruces, una vez más, la AAA ha intentando ocultar esta importante información a la ciudadanía, que conoce desde agosto, preocupándose más por defender los intereses económicos de la empresa que por la calidad de las aguas públicas andaluzas".

La mina "hace aguas"

Sobre esta medida promovida por 'Cobre las Cruces', los ecologistas advierten de que "la administración del agua se ve sometida a la exigencia de modificación de una autorización que viene a demostrar que el proyecto minero 'hace aguas' y es incapaz de cumplir sus previsiones en una cuestión tan fundamental en el desarrollo del proyecto minero como es la salvaguarda en cantidad y calidad de las aguas subterráneas".

El proyecto original, según recuerdan a tal efecto, contemplaba que a la corta minera aflorarían escasamente 160.000 metros cúbicos de aguas que, al entrar en contacto con el mineral, se contaminan. La apertura de la corta "demostró la falsedad de estos cálculos y a la corta minera fluye una cantidad de aguas diez veces mayor". La Agencia Andaluza del Agua, según Ecologistas en Acción, "adaptó en julio de 2009 su autorización a esta realidad, sin realizar una nueva evaluación de impacto ambiental, como le exigió el propio Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, en noviembre de 2009, y permite desde entonces que se lleve a cabo esta extracción ilegal a cambio de que se compensara con la compra y clausura de pozos de otras explotaciones de regadíos cercanos".

"La Agencia Andaluza del Agua intentó justificar esta cesión ante los intereses mineros afirmando en el Consejo de Participación de Doñana que con la nueva situación se conseguía que la mina no tuviera que utilizar las aguas de la depuradora de San Jerónimo, pero este compromiso ni siquiera se plasmó en la eliminación legal del otorgamiento de aguas de San Jerónimo", lamenta Ecologistas en Acción, que reclama que "cualquier nueva modificación del Plan Global de Aguas de la mina sea sometido a exposición pública y a una nueva evaluación de impacto ambiental". "Esta por ver, entre otras cuestiones, si se garantiza la inocuidad biológica de un vertido de una depuradora de aguas residuales que acabará en el acuífero y que puede ser bebido por los ciudadanos de Sevilla y su área metropolitana en una época de sequía".

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