El embajador de Francia en España, Bruno Delaye, ha lamentado el fallecimiento del cantaor granadino Enrique Morente, a quien dijo admirar por "esa voz única" capaz de "expresar todas las facetas, la riqueza y las sutilezas del alma flamenca". "Siempre fue un pionero, un visionario, un precursor", ha dicho.

En un comunicado, el embajador, que ha definido a Morente como "uno de los mayores artistas de nuestros tiempos", hace hincapié en que el cantaor granadino "supo abrir la riqueza infinita del flamenco a perspectivas y a formas nuevas, trabajando con orquestas sinfónicas, combinando el flamenco con las tradiciones musicales del Mediterráneo y del mundo entero, explorando el jazz, el rock y la música electrónica en los escenarios, en sus discos y en la vida".

Igualmente, Delaye ha destacado que Morente, "movido por una exigencia artística extrema, al igual que por una sed infinita de conocimiento y de transmisión", franqueó "todas las fronteras geográficas y artísticas gracias a su voz y a su ingenio".

El cantaor flamenco debía recoger esta semana las insignias de Caballero de la Legión de Honor, una condecoración que, según ha recordado el embajador, "dan fe del reconocimiento y de la admiración del pueblo francés por su talento universal".

En Francia, ha dicho, "no sólo conquistó muchos corazones" durante sus giras sino que "dejó un recuerdo imborrable en lugares tan emblemáticos como el Olympia o el Palacio de la Unesco en París".

Tras destacar que Morente innovaba y exploraba las inmensas posibilidades del duende y del cante jondo durante sus conciertos, el embajador de Francia en España ha trasladado su "más sentido y emotivo pésame" por su fallecimiento a la familia del cantaor, a su hija Estrella —una de las voces más brillantes y prometedoras de España, ha dicho—, así como a "sus numerosos discípulos, a sus hijos, a su gran familia del flamenco".