El joven acusado de tratar de matar en enero de 2009 en el barrio de El Valle en Jaén a la que era su compañera sentimental ha sido condenado a doce años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa con la concurrencia de alevosía y el agravante de parentesco. Además, no podrá acercarse a la víctima durante 17 años y tendrá que indemnizarla con 95.700 euros.

De este modo, según fuentes cercanas al caso consultadas por Europa Press, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha considerado que el procesado, J.V.F., de 24 años de edad, realizó el ataque con alevosía, como sostenían tanto el fiscal como la acusación particular ejercida por la víctima y a través de la Asociación de Mujeres Juristas Themis frente a la defensa, que consideraba los hechos constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa con los atenuantes de arrebato y obcecación.

En este sentido, el joven reconoció en la vista oral, celebrada el pasado 30 de noviembre, ser "culpable, pero no de intento de asesinato", al asegurar que no sabe qué le ocurrió el 27 de enero del año pasado y cuando reaccionó "tenía un cuchillo grande en la mano" y vio a la joven en medio de "mucha sangre".

No obstante, los magistrados afirman que entre las 7,30 y las 8,00 horas del 27 de enero del año pasado y tras haberle manifestado su pareja con anterioridad su intención de dejar la relación la giró cuando ambos estaban de pie y al mismo tiempo comenzó a hacerle cortes en el cuello con un cuchillo.

Como quiera que la hoja se partió, cogió otro y nuevamente la golpeó y le cortó en distintas partes del cuerpo para después propinarle patadas y pisarle la cara, tras lo cual se cambió de ropa y se fue de la casa cerrando con llave. La víctima, sin embargo, logró salir de la vivienda hasta el rellano de la escalera, momento en el que circunstancialmente la encontraron dos vecinos que habían vuelto a su domicilio tras dejarse algo olvidado.

Así las cosas, la Audiencia Provincial de Jaén considera que J.V.F. es autor de un delito de asesinato en grado de tentativa en el que concurre la circunstancia de alevosía, ya que la mujer no tuvo ocasión de defenderse, estando confiada y sin ningún tipo de alerta que le hiciera sospechar la agresión, así como con el agravante de parentesco en tanto mantenían una relación análoga al matrimonio. No aprecia, sin embargo, la agravante de ensañamiento, como pedían el fiscal y la acusación particular.

Por ello, condena al procesado —que está en prisión preventiva desde el día de los hechos— a doce años de cárcel y al pago en concepto de responsabilidad civil de una indemnización de 95.700 euros a la víctima, a la que, además, no podrá acercarse durante 17 años.