Ecologistes en Acció de Vàlencia ha denunciado que, a falta de cinco días para la puesta en funcionamiento de la Estación del AVE Joaquín Sorolla de la línea de alta velocidad Valencia-Madrid, "no se conoce que medidas correctoras ha implementado el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) para paliar el aumento de la contaminación acústica que se producirá en la área residencial próxima a esta nueva instalación".

La organización recuerda, en un comunicado, que con el inicio de las actividades de la Estación Joaquín Sorolla, junto a las calles de San Vicente Mártir, Avenida de Giorgeta y Maestro Sosa de Valencia, se va a ocasionar la apertura de nuevas actividades empresariales y comerciales y nuevas líneas de transporte público.

Todo ello supondrá "un incremento muy importante tráfico de vehículos motorizados privados y una significativa confluencia de personas en el perímetro de la Estación y en las zonas próximas". Además, apuntan, "en el lado Oeste de la estación, con entrada y salida a la calle de San Vicente Mártir, están organizadas las áreas de aparcamientos de autobuses, automóviles y taxis con 591 plazas, todas estas actividades generarán una importante emisión de decibelios lo que provocara una grave contaminación acústica afectando a las zonas residenciales próximas a esta nueva instalación ferroviaria".

Para lso ecologistas, el funcionamiento de la Estación, el tráfico ferroviario y estas nuevas actividades descritas —una sola o la suma de todas— "se convertirán en fuentes mixtas emisoras de ruidos y molestias aportando un aumento importante de decibelios en los índices de inmisión de la zona próxima que engloba la calles de San Vicente Mártir, Avenida de Giorgeta y Maestro Sosa de Valencia que tienen un carácter residencial consolidado con una importante densidad de población".

"Este aumento significativo de la contaminación acústica —prosiguen— tendrá efectos nocivos sobre la salud de las personas, los bienes y la protección del medio ambiente en esta zona afectada que viene soportando índices altos de contaminación acústica superiores a 70 decibelios por el día y 60 decibelios por la noche sobrepasando los limites legales europeos y nacionales de inmisión acústica para una zona residencial fijados en 65 decibelios por el día y en 55 decibelios por la noche".

Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, en su Guía para el Ruido Urbano de 1999, fija los niveles de contaminación acústica en 55 decibelios por el día y 45 decibelios por la noche en zona urbana, ya que la superación de estos limites provocan efectos nocivos sobre la salud humana como son deficiencia auditiva, interferencia en comunicación oral, trastornos sobre el sueño y el reposo, efectos psicofisiológicos sobre la salud mental y el rendimiento, efectos en el comportamiento e interferencia en las actividades.

Asimismo, puntualizan que el Real Decreto 1367/2007, que desarrolla la Ley 37/2003 del Ruido, obliga a que las nuevas infraestructuras ferroviarias adopten las medidas necesarias para evitar transmitir, por efectos aditivos derivados directa o indirectamente de su funcionamiento, al medio ambiente exterior niveles de ruido superiores a los valores límite de inmisión acústica legales.

Por todo ello, Ecologistes en Acció de Vàlencia con fecha de 15 de octubre de 2010 envío un escrito a la empresa pública ADIF y al Ministerio de Fomento donde solicitaba información de las medidas de prevención que se han establecido para que no se superen los valores límites legales de emisión de acústica por estas nuevas fuentes mixtas de ruidos y molestias que va a generar la puesta en funcionamiento de la Estación provisional Joaquín Sorolla.

De igual modo, solicitaba información de las acciones prioritarias que se realizarían en el caso de superación de los valores límites legales de inmisión acústica en la zona próxima que engloba a las calles de San Vicente Mártir, Avenida de Giorgeta y Maestro Sosa de Valencia.

A "falta de repuesta" por parte del Ministerio de Fomento y de ADIF, la entidad tiene "serías dudas que en el desproporcionado derroche económico, estimado en 6.400 millones de euros, que se ha realizado para la construcción de esta línea no se haya previsto medidas correctores para que los vecinos y las vecinas de las calles adyacentes no soporten un aumento de la contaminación acústica que tenga efectos nocivos sobre salud y su derecho al descanso".