Imputan por delito de estafa al dueño de Rialca, quien se fugó en 2008 a Fuerteventura con una deuda de 3 millones

El Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid ha acordado trasformar en procedimiento abreviado las diligencias abiertas al administrador único de la empresa constructora Rialca T. S.L. y con sede social en Tordesillas (Valladolid), Ricardo Alonso, al considerar que podría haber cometido un delito de estafa, el mismo que en el verano de 2008 le llevó fugarse a Fuerteventura tras ser denunciado por distintos empresarios a los que habría dejado una deuda de unos 3 millones de euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid ha acordado trasformar en procedimiento abreviado las diligencias abiertas al administrador único de la empresa constructora Rialca T. S.L. y con sede social en Tordesillas (Valladolid), Ricardo Alonso, al considerar que podría haber cometido un delito de estafa, el mismo que en el verano de 2008 le llevó fugarse a Fuerteventura tras ser denunciado por distintos empresarios a los que habría dejado una deuda de unos 3 millones de euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El imputado compareció el día 30 de septiembre de 2009 ante el juez de Instrucción número 2 de Valladolid, encargado del caso, y prestó por vez primera declaración en la capital del Pisuerga, ya que hasta entonces sólo lo había hecho en el Juzgado de Instrucción 2 de los de Puerto del Rosario (Fuerteventura), precisamente después de que se entregara a la Guardia Civil y pusiera fin de este modo a una fuga durante la cual sus perseguidores llegaron a creer incluso que se hallaba en Rumanía, donde desarrollaba varias promociones urbanísticas.

El industrial, durante su declaración judicial en Valladolid, ratificó su primera prestada en Fuertevuentura, donde reconoció que el montante que adeuda oscila entre los 2 y 3 millones de euros—inicialmente se barajaron cinco millones, 3 a las subcontratas y 1,9 a los bancos—y atribuyó lo ocurrido a que llegó un momento en que no pudo pagar y además los bancos se negaron a concederle crédito.

En su interrogatorio, en el que estuvieron presentes tres acusaciones particulares en representación de media docena de empresas afectadas, entre ellas Construtec Castilla S.L, a la que adeuda más de 240.000 euros, Ricardo Alonso recordó que Rialca fue constituida con un capital social de 3.000 euros, posteriormente ampliado a 90.000, y, sin embargo, apuntó que en 2007 la sociedad llegó a facturar una cifra de negocio por valor de cuatro o cinco millones de euros. Eso sí, el declarante precisó que no tenía bienes propios y que toda la maquinaria de la empresa era de alquiler.

Ante ello, el juez instructor requirió al acusado para que aportara los títulos de propiedad de distintas promociones de la que Rialca era propietaria, además de los títulos de propiedad personales y la documentación contable de la empresa.

Alonso desapareció de Tordesillas en agosto de 2008 a raíz de lo ocurrido y no fue hasta primeros de septiembre de 2009 cuando se puso en contacto con la Guardia Civil de Valladolid para informar de que se hallaba en Fuerteventura y para expresar su disposición a entregarse ante lo que entonces calificó de "presión mediática".

La denuncia de los hechos, que llevaron al industrial a huir a dicha isla canaria aprovechando que allí residía un cuñado, situó a su hijo, entonces concejal de Juventud en el Ayuntamiento de Tordesillas, Mario Alonso, como presunto implicado en la estafa, hasta el punto de que éste se vio obligado a dimitir de su cargo. Sin embargo, el ex edil tordesillano ha sido eximido de responsabilidad en el procedimiento que instruye Instrucción 2.

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