Suba a la Torre de Santo Tomás, la más olvidada de la capital

‘Ojos que no ven, piedras que hablan’ es la exposición que desde mañana ofrecerá a los sevillanos una panorámica inédita.
Ésta es la vista de la avenida de la Constitución que se disfruta desde lo alto de la Torre de Santo Tomás, en la calle del mismo nombre. De frente, la visión enfila directamente con la Torre del Oro y la de la Plata.
Ésta es la vista de la avenida de la Constitución que se disfruta desde lo alto de la Torre de Santo Tomás, en la calle del mismo nombre. De frente, la visión enfila directamente con la Torre del Oro y la de la Plata.
Caco Rangel
Ésta es la vista de la avenida de la Constitución que se disfruta desde lo alto de la Torre de Santo Tomás, en la calle del mismo nombre. De frente, la visión enfila directamente con la Torre del Oro y la de la Plata.
«Cuidado con la cabeza, hay que agacharse al entrar». Estamos en la Torre de Santo Tomás o ‘de Adelaziz’, en plena avenida de la Constitución, frente a la Torre de la Plata. Quizá nunca haya reparado en ella al pasar. Porque, actualmente, esta atalaya de planta hexagonal y 15 metros de altura está casi absorbida por los edificios aledaños.La alcazaba militar

Desde mañana, la exposición Ojos que no ven, piedras que hablan, organizada por la Fundación Contsa, llevará a los sevillanos la historia de la torre, original del siglo xii. A través de paneles explicativos y visitas guiadas podrá conocer los secretos de la fortificación almohade que formó parte de una alcazaba militar, junto al Alcázar y a la antigua mezquita (catedral).

Una vez dentro, contemplará las hornacinas donde quizá se guardaron las armas, las saeteras de los arqueros o los azulejos policromados que una vez adornaron su cámara interior.

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