Y la pólvora acabó trayendo a los que la disparan. Para malestar de los lugareños, los soldados empezaron a usar la zona como terreno de maniobras en 1856, y dos décadas más tarde ya se alojaban en cuarteles.
Campamento crece
Alrededor de ellos se asentaron tantas casas, negocios y tabernas, que en 1885 el alcalde de Carabanchel Alto decide nombrar un regidor para el barrio de Campamento. Varios de sus vecinos fallecieron tras la explosión del polvorín ocurrida una madrugada de 1902.
Más felices, los años veinte trajeron un tranvía, que por diez céntimos te llevaba al centro de la capital, y nuevos edificios castrenses. Nada quedó de ellos. La guerra civil puso a soldados fieles a la República y a sus cuarteles en primera línea de fuego.
Para reconstruirlos, el Franquismo eligió paredes de ladrillo y levantó tres colonias de viviendas militares: Arroyo Meaques, La Dehesa del Príncipe y Campamento.
Estos muros, que celebraron la democracia juzgando a quien intentó cargársela, Tejero, fueron desde 1997 nido de graffiteros, mendigos y okupas hasta que el 2 de febrero llegaron las grúas, y el fin.
Un barrio para 50.000 personas
El eje de este ensanche resultado de la mayor liberación de suelo de terrenos militares de la historia se llamará avenida de las Fuerzas Armadas.
- Fuente: Carlos Blanco, toponimista e investigador de la historia de Carabanchel.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios