La plataforma CORE (Cántabros por una Ordenación Racional de la Energía) ha advertido de que el Gobierno regional ha aprobado el concurso eólico basándose en "falsas expectativas" económicas.

"Los hechos evidencian que la mitad de las empresas adjudicatarias no tiene capacidad tecnológica reconocida ni demostrada en el sector ya que se trata esencialmente de empresas constructoras, papeleras, conserveras y entidades financieras", han manifestado.

Este colectivo opuesta al plan eólico estima que la creación de puestos de trabajo fijos generados se va a limitar a 200. "Se juega con el fácil y difuso espejismo de los puestos indirectos, de un modo que recuerda demasiado a los supuestos empleos del famoso escándalo de la fábrica de fibroyeso", han alertado, remitiéndose a un informe del sindicato UGT en el que se dice, inciden, que "no se va a crear tanto empleo, ni a cambiar el sistema productivo, a la vez que señala la falta de estudio y rigor de todo el plan".

Además, CORE acusa al Gobierno regional de haber actuado "de manera improvisada y precipitada, sin estudios vinculantes, ni energéticos, ni medioambientales, sin estudios sobre otros sectores productivos que se verán afectados, ni estudios territoriales, sin plan de ordenación del territorio, ni ley del paisaje".

En su opinión, el modelo eólico que promueve el Gobierno de Cantabria "no hará sino trasladar un modelo económico ya conocido, como ha sido el de la construcción/destrucción en el litoral, y cuyas consecuencias padecemos en estos momentos y que además ha supuesto una importante degradación de nuestro territorio".

Así, han augurado que las industrias "sólo estarán en Cantabria mientras tengan parques que construir, lo que impondrá a la sociedad de Cantabria la obligación de generar nuevos desarrollos eólicos sino se quiere que desaparezcan esas empresas, produciendo el consiguiente deterioro ambiental y patrimonial."

Para CORE el plan eólico de Cantabria va a repetir un modelo económico ya conocido por todos y cuyas bondades serán efímeras, al igual que está ocurriendo en otros lugares de España con la implantación de la energía eólica.

Desde CORE queremos insistir en que se va a trasladar al desarrollo de las energías renovables el insostenible y corruptor modelo de la burbuja inmobiliaria que ha destrozado nuestra costa y condenado judicialmente en varias ocasiones a nuestro gobierno.