Así lo indica una sentencia hecha pública este viernes por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), que considera que el ataque del animal se debió a un mal funcionamiento de los servicios públicos, y que por ello sus consecuencias son responsabilidad del consistorio.

Los hechos ocurrieron el 8 de diciembre de 2002 en una calle de la citada localidad, cuando el pitbull atacó a otro perro de raza ratonero propiedad de la denunciante, que fue mordida en ambas manos al intentar separarlos.

El Ayuntamiento de Gandía consideró que los hechos eran imputables al dueño del pitbull, pero la sentencia afirma que existen "elementos suficientes" para determinar que se encontraba en situación de abandono.

Una de estas pruebas son los diversos avisos que recibió la Policía Local advirtiendo de la presencia de un perro abandonado y "potencialmente peligroso" que merodeaba por la zona.

Por ello, el TSJCV afirma que los daños se debieron a un "funcionamiento anormal" de los servicios públicos, ya que corresponde al ayuntamiento proporcionar los medios materiales y humanos necesarios para que la vía pública "se encuentre en las debidas condiciones de seguridad".

La sentencia reconoce el derecho de la mujer a percibir 1.000 euros de indemnización por las heridas que sufrió en las manos y 340 más por los gastos de asistencia veterinaria prestada a su perro.