La Universidad de Zaragoza descubre en Arén (Huesca) una especie de dinosaurios desconocida en Europa

La Universidad de Zaragoza ha descubierto en el municipio oscense de Arén fósiles de una nueva especie de dinosaurio hadrosáurido, del subgrupo de los lambeosaurinos (con cresta), que se creía que nunca había existido en Europa, aunque sí en Asia y América.
Restos del dinosausio descubierto en Arén
Restos del dinosausio descubierto en Arén
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Restos del dinosausio descubierto en Arén

La Universidad de Zaragoza ha descubierto en el municipio oscense de Arén fósiles de una nueva especie de dinosaurio hadrosáurido, del subgrupo de los lambeosaurinos (con cresta), que se creía que nunca había existido en Europa, aunque sí en Asia y América.

La revista geológica canadiense 'Canadian Journal of Earth Science' acaba de publicar en su último número, correspondiente al presente mes, un trabajo con la descripción del nuevo dinosaurio hadrosáurido ("pico de pato") español, llamado 'Blasisaurus canudoi'.

Este trabajo ha sido liderado por el grupo Aragosaurus-Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales (IUCA) de la Universidad de Zaragoza y en él han participado investigadores de la Universidad del País Vasco y el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA).

Blasisaurus canudoi pertenecía al grupo de hadrosáuridos (picos de pato), llamados lambeosaurinos, que se caracterizaban por la presencia de estructuras alargadas o crestas en la cabeza. Se trataba de un dinosaurio relativamente pequeño, que oscilaría entre los cinco y los siete metros de longitud, y con un peso que rondaría entre los 400 y 500 kilos.

Además, poseía unas mandíbulas con cientos de dientes capaces de triturar las plantas más duras. La cresta craneal, formada por una serie de tubos por los que pasaba el aire, era utilizada para producir sonido y bramar en época de celo. En todo el mundo existen unas 57 especies de hadrosáurios, y la hallada en Arén añade una más.

El nombre de Blasisaurus ha sido dedicado al yacimiento Blasi (Arén), en el que se encontraron los restos y Canudoi, al paleontólogo aragonés José Ignacio Canudo, líder del Grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza, por su contribución al estudio de los dinosaurios ibéricos.

Por el momento, los investigadores han certificado una parte de los fósiles hallados, como los craneales, aunque continúan trabajando sobre vértebras, fémur y húmero, muy probablemente pertenecientes a la misma especie, tal como asegura la investigadora del grupo Aragosaurus-IUCA, Penélope Cruzado.

En concreto, los fósiles craneales de este nuevo hadrosáurido fueron hallados y excavados en el yacimiento denominado Blasi 1, dentro una serie de campañas que comenzaron en 1997 en la localidad de Arén. Y es que fue precisamente en este municipio oscense donde el grupo de investigación Aragosaurus recuperó los restos de los dinosaurios más modernos de Europa, entre los que se encuentran Arenysaurus, y al que se suma desde ahora Blasisaurus.

Teniendo en cuenta la importancia de los dinosaurios de Arén, desde hace unos años hay un museo en esta localidad donde se muestran los principales fósiles. Arén es, además, una de las dos únicas localidades aragonesas, junto a Galve (Teruel), en las que se han descrito dos dinosaurios distintos.

Rocas de hace 66

Millones de años

Blasisaurus y Arenysaurus son dos de los últimos dinosaurios que vivieron en la Península Ibérica. Sus restos se han encontrado en rocas de hace unos 66 millones de años, unos pocos cientos de miles de años antes que un meteorito marcara la extinción de estos grandes vertebrados.

El descubrimiento de estos hadrosáuridos oscenses está permitiendo reconstruir cómo eran las comunidades de dinosaurios poco antes de este evento catastrófico. Esto es debido a que el Pirineo es uno de los pocos lugares del mundo donde se puede investigar si los dinosaurios se extinguieron a la vez que la caída del meteorito, o un poco antes. Blasisaurus indica que vivieron hasta bien cerca del límite.

Otro aspecto reseñable es la importancia paleobiogeográfica de este nuevo dinosaurio. Europa estaba compuesto por grandes islas hace 66 millones de años que durante mucho tiempo se ha pensado impedía la dispersión de los animales. Los dinosaurios como animales terrestres tenían dificultades para nadar en grandes masas de agua marina. Por lo tanto, la imagen que tenían los paleontólogos sobre Europa era la de islas donde los dinosaurios evolucionaban de forma endémica, algo parecido a lo que sucedió en las Galápagos con algunas aves.

Sin embargo, Blasisaurus junto a su pariente Arenysaurus cuentan otra historia. Se trata de dinosaurios estrechamente relacionados con lambeosaurinos asiáticos de su misma edad por lo que la conclusión es inmediata: las islas europeas recibieron migraciones procedentes de Asia en algunos intervalos al final del Cretácico.

Posiblemente sucedió en los momentos de bajada del nivel del mar, en los que estos grandes animales se aprovechaban de los puentes de tierra para pasar entre ellas.

Las investigaciones en los yacimientos de Blasi están subvencionadas por la Dirección General de Patrimonio y la Consejería de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón y el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

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