Denuncian ante Exteriores el trato desigual que reciben los presos españoles frente a ingleses o franceses en Marruecos

Dos abogadas cordobesas, Emma Hernández y Lucía Vargas, en nombre de la esposa un español encarcelado en Marruecos que reclama el derecho a cumplir su condena en España, han presentado una queja ante el Ministerio de Asuntos Exteriores denunciando el trato desigual que reciben los presos españoles, frente a ingleses o franceses, en las cárceles del país magrebí.

Dos abogadas cordobesas, Emma Hernández y Lucía Vargas, en nombre de la esposa un español encarcelado en Marruecos que reclama el derecho a cumplir su condena en España, han presentado una queja ante el Ministerio de Asuntos Exteriores denunciando el trato desigual que reciben los presos españoles, frente a ingleses o franceses, en las cárceles del país magrebí.

En la referida queja, a la que ha tenido acceso Europa Press, se relata que los internos españoles en las prisiones de Marruecos sufren "una serie de carencias" que no son entendibles en España, tales como que "no tienen cama, ni mantas, sólo les dan de comer una vez al día, por supuesto no tienen medicinas, viven hacinados", con una "falta absoluta de higiene", e incluso "padeciendo tortura en diversos casos", sumándose a todo ello que "existe desigualdad de trato entre los condenados ingleses o franceses y los españoles".

Todos estos datos, según se afirma en la queja presentada por las letradas cordobesas "son conocidos por los consulados españoles en el Reino de Marruecos, que mensualmente entregan a dichos condenados la cantidad de 120 euros, para sus gastos". Sin embargo, dicha cantidad "es insuficiente, dado el entramado que existe alrededor de cada preso español en Marruecos, puesto que para acceder a bienes 'extras', tales como mantas o comida, o incluso medicinas, tienen que entregar cantidades de dinero, bienes o comida, a los guardianes del centro penitenciario" en cuestión.

En el caso de María de la Paz Herrador, esposa del citado interno español, Joaquín García, que cumple una condena de dos años de prisión por tráfico de drogas que inició en la cárcel de Tánger y que ahora continúa en la de Fez, le "envía mensualmente a su esposo 650 euros", además de comida y medicinas.

Todo ello, Herrador, "en un gesto de desesperación, lo puso en conocimiento del la alcaldesa de Montilla (Córdoba), la localidad donde reside, a fin comunicar la situación de su esposo", natural también de dicho municipio, pero, "a pesar de la gestión e interés que mostró la alcaldesa, la situación actual sigue siendo la manifestada, con el desasosiego añadido de que además el señor García no va a ser trasladado a España hasta que no concluya su condena".

En este punto, en la queja se recuerda que "los consulados existen para atender a nuestros compatriotas en el extranjero, es por ello que el Consulado de España en Tánger debería haber velado por los derechos del señor García y no ponerle toda clase de trabas e inconvenientes, hasta el punto de hacer imposible su traslado de cumplimento de condena a España", pues "corresponde a los consulados la función de proteger y asistir a los nacionales españoles, aunque sea un condenado por un delito en un país extranjero".

Concluye la queja presentada a Exteriores, en la que también se destaca, en contraposición, la buena atención prestada al preso cordobés por el Consulado de España en Rabat, subrayando que esa "situación de necesidad en la que se encuentran los condenados españoles en Marruecos es la que propicia un entramado alrededor que busca otros intereses, inclusos lucrativos, en perjuicio de nuestros compatriotas".

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