El perfil de las personas sin hogar que no acuden a centros de atención es un hombre, mayor de 50 años, según Cáritas

El perfil de las personas sin hogar que no acuden a centros de acogida es el de un hombre (83%), mayor o igual a 50 años (60%), nacido en España, pero con una presencia muy grande de extranjeros de nacionalidad portuguesa (85% de los sin hogar extranjeras). Además, este perfil representa a una persona soltera (49%), con estudios básicos o ningún estudio (50%).
Personas sin hogar en Madrid
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EP/AYUNTAMIENTO DE MADRID
Personas sin hogar en Madrid

El perfil de las personas sin hogar que no acuden a centros de acogida es el de un hombre (83%), mayor o igual a 50 años (60%), nacido en España, pero con una presencia muy grande de extranjeros de nacionalidad portuguesa (85% de los sin hogar extranjeras). Además, este perfil representa a una persona soltera (49%), con estudios básicos o ningún estudio (50%).

Dicho perfil nace como consecuencia del trabajo realizado por voluntarios de Cáritas en Badajoz y en Mérida, quienes han entrevistado a estas personas durante el último año y cuyas conclusiones se han plasmado en el estudio 'Historias a la intemperie', presentado la pasada semana.

Por su parte, y según ese mismo estudio el perfil de la persona sin hogar atendida en los centros coincide con el perfil nacional (INE, 2005) resumiéndose en hombre (83%), soltero (56%), de edad comprendida entre 30 y 49 años (48%), español (66%), con al menos un hijo (57%) y con formación primaria o ninguna formación (50%). Debido a la proximidad con Portugal, existe una gran representatividad de personas sin hogar portuguesas (44%) dentro de la categoría de extranjeros comunitarios.

Principales conclusiones

Las principales conclusiones del estudio es que parece existir una "necesidad de mejora de la coordinación" entre los organismos que trabajan con personas sin hogar tanto en las ciudades de Mérida y Badajoz, como en la comunidad autónoma. A su vez, existe una "clara demanda de necesidad" de nuevos recursos para personas sin hogar, entre los que se solicitan aquellos dirigidos a la población sin hogar con enfermedad mental.

Aunque existen "pocas" subvenciones, se percibe un "gran aprovechamiento" de las mismas; la composición familiar de las personas sin hogar parece no desestructurarse al menos hasta los 12 años donde la mayoría vive con ambos padres. Aun así, un 20% ha tenido al menos 5 sucesos vitales estresantes antes de los 16 años y 14 sucesos o más a partir de los 16 años (22%), como informa el boletín Iglesia en Camino y recoge Europa Press.

De la misma manera, la crisis hace que la probabilidad de encontrar empleo sea aún más baja y que exista mucha precariedad laboral; si además de la falta de empleo se tienen en cuenta la falta de redes sociales, la situación se hace todavía "más insostenible".

Por otro lado, el 60% de las personas sin hogar no tiene pareja y en muchos casos sus padres han fallecido. Aunque su familia es lo que más valoran, casi un 70% lleva más de un año sin ver a ningún familiar. Esto conlleva que, ante las posibles necesidades que puedan surgir, recurran sobre todo a Cáritas y a profesionales de confianza de diferentes organismos.

El 50% de las personas acogidas en los Centros y el 83% de las que viven en la calle consideran que es fundamental que los organismos que trabajan con personas sin hogar salgan a la calle para ayudarles.

Aunque una vez que residen en los Centros su estancia parece estar bien evaluada, sigue existiendo un proceso de transeuntismo en algunas personas sin hogar. En el último año, el 47,1% ha acudido a "entre 2 y 5 Centros" (el 9% ha estado en más de 10 centros en un año).

Respecto a las adicciones, la mitad de las personas entrevistadas en los Centros de acogida ha tenido alguna vez problemas a lo largo de su vida, con una presencia elevada de policonsumo (el 45,8% tiene al menos tres adicciones, siendo el alcohol la más frecuente).

La situación de desempleo, falta de educación, sucesos vitales estresantes, consumo de drogas, etc, hacen que la presencia de problemas de salud mental en las personas sin hogar "cada vez sea mayor" (el 20% afirma tener diagnosticada alguna enfermedad mental).

La situación de las personas sin hogar no es fácil de resolver dada su multicausalidad. No se trata, por tanto, de un problema tan sólo de vivienda sino que, en muchos casos, supone una gran amplitud de áreas afectadas, que requieren una atención técnica y multidisciplinar.

Es muy importante la larga estancia que estas personas llevan en las ciudades (el 72% más de tres años en las ciudades de Mérida y Badajoz) con un vínculo fuerte hacia estas ciudades (39% empadronados).

Una de las características comunes es su permanente situación de soledad (66% pasa la mayor parte del tiempo solo). A pesar de todo, tienen la esperanza de que algo cambie en sus vidas.

La problemática de las drogas es "bastante elevada" (66% tiene alguna adicción de los cuales el 33% presenta más de 3). El consumo de drogas ha sido en su inmensa mayoría anterior a la situación de falta de residencia con lo que las políticas de drogodependencia se muestran como "determinantes" para la prevención del sinhogarismo.

Posibles soluciones

Este estudio marca como posibles soluciones la mejora en la coordinación entre organismos e instituciones que trabajan con personas sin hogar; la mejora de la sensibilización en instituciones y población en general; y la prevención en los sucesos vitales estresantes anteriores a la mayoría de edad.

Además de la creación de redes sociales hacia las personas sin hogar, especialmente con las personas que duermen a la intemperie (Salir a la calle); políticas de integración e inclusión socio-laboral, como becas y subvenciones; y recursos residenciales como pisos de alquiler de renta baja; centros residenciales de baja exigencia; red de pisos supervisados para personas con discapacidades psíquicas o físicas; o equipos de trabajo en la calle.

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