El Museo de la Naturaleza de Cantabria cuenta con más de quinientos ejemplares naturalizados de fauna característica de la comunidad autónoma.

Este museo, ubicado en la localidad cántabra de Carrejo, pretende ser un referente cultural de la región, vivo y participativo, que genere preguntas en los visitantes, "que asombre, que estimule y que cree un vínculo afectivo entre visitantes y la naturaleza de la región", según destaca el último número de la revista 'Cantabria Infinita' que edita la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte.

En dicho número, consultado por Europa Press, se explica que el Museo de la Naturaleza de Cantabria parte para esta labor de estímulo de la curiosidad, de un material muy interesante, como es una colección de fauna disecada con la que poder tener esa experiencia única que da el observar, de cerca, una pieza de aquello que se quiere conocer.

Al respecto, la publicación destaca que este centro permite al visitante ver las plumas, suaves y casi transparentes del águila calzada, las potentes garras del búho real o la corpulencia y altanería de un magnífico ciervo, y tenerlas al alcance de la mano, lo que "sigue produciendo una sensación única".

Una proximidad —añade— que permite no sólo conocer las dimensiones reales de la naturaleza, sino que posibilita su observación minuciosa y, con ella, el descubrimiento de los detalles, de todo aquello que se esconde detrás de la mera contemplación.

Pero además se muestran ejemplares, especies de flora y de fauna, fósiles o rocas que tienen un gran valor intrínseco por lo que son, y añadido a ese valor está el que se deriva de su utilización como instrumento para el conocimiento.

Aumentar la colección

Así, la evolución, la adaptación al medio, la variabilidad de las especies y, en definitiva, la gran diversidad del mundo natural es algo que se puede observar a partir de los ejemplares que pueblan este museo, siempre en proceso de evolución para conseguir un mayor y mejor conocimiento de la naturaleza de la región.

En este sentido, el museo está evolucionando hacia una mayor apertura al público, con diferentes vías para incrementar la participación como son la organización de conferencias, jornadas técnicas, talleres o jornadas especiales para épocas de vacaciones.

Igualmente, la modificación del material expuesto será también parte del trabajo futuro y en él se enmarca la intención de incrementar la colección, para así poder seguir contando la realidad de la naturaleza de Cantabria.

Además, el museo también pretende evolucionar mejorando su forma de explicar la naturaleza y, para ello se han puesto en marcha ya iniciativas como la de recrear en el jardín los cinco principales ecosistemas de bosque presentes en Cantabria y, a la vez, se está trabajando en un ambicioso proyecto que permita mostrar el origen y desarrollo de la taxidermia en España.