La secretaria general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Inmaculada Rodríguez-Piñero, ha anunciado que, una vez licitados los anteproyectos de las distintas infraestructuras y aprobados los proyectos constructivos, "cualquier desviación en el coste de la obras va a riesgo del concesionario".

Ha recalcado que serán "muy estrictos" con esta cuestión, ya que "el hecho de que se hagan las cosas bien, tal y como vienen definidas en los pliegos, es la garantía de que no compute en déficit".

Así lo ha indicado en la clausura de una jornada sobre el AVE organizada por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunitat, en la que ha remarcado que las modificaciones en las obras irán "íntegramente al riesgo de construcción".

Rodríguez-Piñero se ha dirigido a los ingenieros asistentes y ha remarcado: "Nosotros vamos a licitar unos anteproyectos y vais a tener el tiempo necesario para que hagáis los proyectos constructivos" pero después "no vamos a aceptar ni una modificación, cualquier desviación en el coste de la obra va a riesgo del concesionario, y voy a ser absolutamente rígida por responsabilidad".

Es más, ha indicado que si bien hasta ahora, en el caso de grandes infraestructuras, las administraciones territoriales solicitaban mejoras durante el proceso, el Ministerio ya no se lo puede "permitir" porque "ahora la clave está en priorizar bien dentro de nuestro ámbito competencial".

De este modo, una nueva orden ministerial recogerá que "aquellas comunidades autónomas o administraciones locales que quieran incorporar una mejora", deberán firmar "un protocolo" con Fomento para que el coste que esa modificación suponga "sea financiado por la administración proponente" de la misma.

Rodríguez-Piñero ha recalcado que se trata de "mejorar la eficiencia en la gestión económica de las infraestructuras", para lo que deben "medir el impacto económico que tiene la infraestructura y lo que es más importante, el impacto económico que tiene la explotación de esa infraestructura", dado que "la clave de la concesión no es la construcción de la infraestructura, sino la explotación y el mantenimiento durante todo el periodo concesional".

Ha insistido en que "no hay ninguna necesidad" de efectuar desviaciones en los costes. "Se trata de tener los proyectos bien definidos, los precios bien estudiados y hacer las cosas al coste que tienen, porque el negocio está de verdad en la explotación, en la conservación y en el mantenimiento" y, por este motivo, según ha dicho, quieren que "el capital se retribuya adecuadamente".

Rodríguez-Piñero ha apuntado asimismo que, dentro de esas modificaciones para mejorar la eficiencia, exigirán también que los proyectos "incluyan un análisis coste-beneficio, de la rentabilidad económica y social de las infraestructuras y de cómo se combinan unos modos de transporte con otros".

"horquillas de coste por kilómetro"

En su opinión, fundamentalmente se debe afrontar el "reto de ser capaces de hacerlo con el mismo rigor, con la misma funcionalidad y con la misma seguridad, pero con un coste menor", para lo que solicitó la elaboración de un estudio sobre el coste de las infraestructuras de carretera y de ferrocarril por kilómetro.

Tras comprobar que dicho coste "es muy elevado", se creó un grupo de trabajo para fijar "horquillas de coste por kilómetro" que se incluirán en la mencionada orden ministerial y constituirán "los criterios que marquen todos los futuros proyectos".

De este modo, todos los concesionarios "tendrán que acotarse a esas horquillas" y el proyecto constructivo deberá "ajustarse a los parámetros que estaban en el estudio informativo", sin que las necesidades del proyecto aumenten a lo largo del proceso.

Seguimiento de la explotación

Es más, a esas horquillas de precios máximos y a la obligación de asumir cualquier desviación de costes, se unirán "unos indicadores exhaustivos para cada proyecto para medir cómo se realiza la conservación y explotación de la infraestructura, hasta el punto de que un indicador puede llegar a ser cero y, por supuesto, eso tiene su repercusión en el canon".

Por todo lo anterior, ha animado a las empresas constructoras y consultoras del sector a "hacer las estrategias adecuadas" para adaptarse a esos cambios y "formar parte de las concesiones que se van a llevar adelante", en un contexto en el que deben prepararse para trabajar con "una cartera de pedidos bastante inferior" a la de los últimos años.

En concreto, les ha animado a ganar tamaño, a crear uniones temporales de empresas para optar a proyectos de mayor envergadura y, sobre todo, a apostar por la internacionalización, para lo que contarán con la ayuda del Ministerio de Fomento.