El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de La Rioja, José María Ruiz-Alejos, ha estimado esta mañana que su entidad podría perder un 50 por ciento de su presupuesto si entra en vigor la eliminación de la cuota cameral, que ha propuesto el Gobierno central.

El presidente de la entidad cameral ha analizado esta medida tras la reunión del Comité Ejecutivo de la Cámara. Ruiz-Alejos que ha señalado que "todavía no conocemos si el Gobierno la realizará vía Real Decreto o como proyecto de Ley", ha indicado que están "sorprendidos en el fondo y en la forma" en la que se ha llevado a cabo este anuncio.

El máximo responsable de la Cámara en La Rioja ha manifestado que si finalmente se lleva a cabo esta medida tendrán que articular algún sistema para evitar perder el 50 por ciento del presupuesto, y para "no dejar de prestar algunos servicios que ofrecemos a las empresas". No descartan firmar algún convenio más con las Administraciones Públicas para poder seguir prestando los servicios y mantener sus cuentas, cifradas en 2,5 millones de euros.

Preguntado sobre si la reducción de fondos afectaría a los 20 trabajadores con los que cuenta la entidad cameral en La Rioja, Ruiz-Alejos "no se descarta que hubiera que hacer algún reajuste, sobretodo para optimizar los recursos y seguir prestando los servicios". De todos modos, el presidente ha señalado que la Cámara "no se plantea en ningún caso su desaparición".

Desde las entidades camerales se plantear mirar judicialmente si se puede suprimir una Ley de Cámaras que "lleva 120 años", así como "comunicar al Gobierno el verdadero papel de las Cámaras".

Por otra parte, Ruiz-Alejos ha manifestado que prácticamente la mitad de las empresas riojanas está exenta de la cuota cameral y, sin embargo, disfruta de los mismos servicios que las grandes empresas, que están costeando las dos terceras partes del presupuesto de la institución en La Rioja.

Inferior a 20 EUROS

La supresión de la cuota con la que se cofinancian las Cámaras de Comercio, "perjudica, de forma directa, a las empresas con menos ingresos, las PYMES y que son las beneficiarias de los principales servicios que prestan las Cámaras, con una contribución muy limitada". Es preciso recordar que la mitad de las PYMES riojanas no paga cuota cameral y más de un 71 por ciento, o no paga o tienen una cuota inferior a veinte euros/año.

Al mismo tiempo, todas las pymes riojanas son receptoras, cada año, de los diferentes programas y servicios personalizados de las Cámaras, básicamente, en los campos de internacionalización, formación, innovación, mejora de la competitividad y apoyo a la creación de empresas que se verían cuestionados gravemente en su continuidad.

Cada año más de 700 comercios viajan con la Cámara de La Rioja a las distintas ferias del país. Además, se visitan más de 20 países al año en misiones comerciales al exterior en las que nos acompañan 200 empresas riojanas.

En materia de formación, cada año pasan por las aulas de la institución más de un millar de alumnos y se ha colaborado, desde la Ventanilla Única Empresarial, al nacimiento de más de trescientas empresas que han originado más de 400 puestos de trabajo.

La cuota cameral tiene un destino específico, fijado por ley, para la internacionalización y la formación profesional, aspectos estos esenciales en estos momentos de crisis y en los que se demanda un mayor esfuerzo. Especialmente, las actuaciones de las Cámaras de Comercio españolas en materia de apoyo a la internacionalización ascienden a más de ciento veinte millones de euros al año, lo que representa el segundo presupuesto del Estado en esta vertiente. Su merma supondría la estrangulación de las ayudas actuales destinadas a la internacionalización de las PYMES. Por ello, la continuidad de estas acciones resulta esencial en estos momentos difíciles de nuestra economía.

El modelo de financiación, bajo la tutela permanente de las Administraciones Públicas, constituye un sistema transparente, gestionado por empresas, democráticamente elegidas, al margen de los Presupuestos Públicos, en línea con el modelo continental seguido por la mayoría de los estados europeos.