Dos años de cárcel para dos hermanos que destrozaron una nave antes de desalojarla para el nuevo dueño

El Juzgado de lo Penal número 4 de Santander ha condenado a dos años de prisión a dos hermanos que causaron numerosos destrozos en una nave industrial de la que fueron desahuciados después de venderla e incumplir el plazo en el que se comprometieron a abandonarla.

El Juzgado de lo Penal número 4 de Santander ha condenado a dos años de prisión a dos hermanos que causaron numerosos destrozos en una nave industrial de la que fueron desahuciados después de venderla e incumplir el plazo en el que se comprometieron a abandonarla.

Según se explica en la sentencia, los hechos se remontan a febrero del año 2005, cuando los dos acusados, V.P.T. y J.J.P.T., copropietarios de la finca, ubicada en Santiago de Cartes, vendieron la nave.

El acuerdo de venta incluía un pacto de retroventa, que les permitía seguir ocupando la nave durante un año y recomprarla pasado ese tiempo.

Cumplido el plazo, no recompraron la nave, pero tampoco la desalojaron, así que el nuevo dueño inició juicio de desahucio y, un año más tarde, ya en febrero de 2007, la comisión judicial se presentó en la nave para abrirla y entregársela a su dueño.

En el interior, había destrozos en la instalación eléctrica, la calefacción, las persianas y puertas, los alicatados, los techos y las paredes, los baños y la cocina, todo ello valorado en cerca de 90.000 euros.

La sentencia concluye que fueron los propios hermanos los que ocasionaron los daños antes de dejar la nave, tras lo cual, denunciaron que personas desconocidas habían accedido al edificio y se habían apoderado de varios efectos.

Los acusados se aferraban al testimonio de un testigo que supuestamente oyó ruidos en la nave y les avisó, y aseguraban que se encontraron la nave abierta, de ahí que presentaran denuncia.

Sin embargo, el juzgado pone en evidencia la "dudosa credibilidad" del testigo y cuestiona que oyera voces desde su puesto de trabajo, que está al otro lado de la calle. Es más, no entiende que escuchara los ruidos entre las 6 y las 7 de la mañana, cuando su jornada de trabajo empieza a las 9.

Y también considera "llamativo" que mientras el testigo asegura que tardó 15 ó 20 días en comentar a los acusados que había escuchado los ruidos, los hermanos sostienen que el 24 de enero dejaron la nave en perfecto estado y el 26 fue cuando la encontraron ya abierta.

En este sentido, la sentencia también incide en otra contradicción de los acusados, que afirman que la nave estaba abierta, y sin embargo cuando fue la Guardia Civil a realizar la inspección ocular la encontró cerrada. Y así seguía cuando a principios de febrero acudió la comisión judicial a hacerse cargo del edificio y tuvo que intervenir un cerrajero para abrir la nave.

En consecuencia, el Juzgado considera a los dos hermanos responsables de un delito de daños y otro de simulación de delito. En total, les condena a cada uno a dos años de cárcel, a pagar multas por importe de 6.300 euros y a indemnizar con el importe de los daños al nuevo propietario. En cambio, absuelve a su madre, copropietaria también de la finca, porque no se ha acreditado que interviniera en los destrozos ni presentara denuncia falsa.

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