Un joven ha sido identificado como presunto autor de cinco asaltos a mujeres ocurridos en Burgos en los últimos meses, a las que agredía con un objeto punzante en las nalgas y quien se daba a la fuga poco después del asalto, según los datos facilitados a Europa Press por fuentes policiales.

Las mujeres eran abordadas por la espalda cuando iban solas y los ataques se producían tanto de madrugada como a media tarde, y aunque el sujeto las cogía del cuello y no las pedía nada, las pinchaba en las piernas lo que les provocó heridas de las que tuvieron que ser asistidas por los servicios sanitarios.

Cuando las víctimas se defendían y le hacían frente, con ayuda de algún ciudadano, el agresor se daba a la fuga.

Se tiene constancia de que a finales de mayo se produjeron dos asaltos el mismo día, y otros dos en el mes de junio, además de que se ha conocido recientemente que el pasado mes de febrero se produjo una agresión similar aunque no se formuló denuncia.

Con la descripción de las víctimas sobre el agresor, joven, alto, delgado y que vestía sudadera con capucha, las sospechas de la Policía recayeron en un individuo que había estudiado el curso pasado en Burgos y que tenía su domicilio en las cercanías de los lugares donde se produjeron las agresiones.

Inmediatamente se avisó a otros cuerpos policiales y poco después se supo que el verano pasado la Ertzaina detuvo a un individuo en Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) por un hecho similar. Al agresor le había sido intervenida una pequeña navaja además de que las características físicas e incluso su vestimenta coincidían con las señaladas por las víctimas burgalesas.

La Comisaría de Burgos comprobó que este sujeto había estado enkla capital burgalesa en las fechas de las agresiones y que había vivido en un domicilio cercano al entorno en el que se produjeron los asaltos, además de que utilizaba habitualmente sudaderas como las que habían descrito las mujeres.

Varias víctimas han podido identificarle fotográficamente además de que el joven reconoció ante los policías al menos una de las agresiones, pero aseguró que se debía a un trastorno psiquiátrico, con ausencias de conciencia y pérdida del control que le impedían recordar, según dice, detalles de los hechos.