El Consejo de Ministros ha aprobado la distribución de fondos del Plan de Mejora de la Productividad y Competitividad del Comercio relativos al año 2010 entre las Comunidades Autónomas, por importe de ocho millones de euros, de los que cerca de 1,4 millones de euros se destinarán a Catalunya.

El Plan, aprobado el pasado mes de junio para el periodo 2009-2012, busca modernizar el comercio y aumentar su competitividad mediante subvenciones financiadas por el gobierno central y las Comunidades y Ciudades Autónomas. La cuantía de cofinanciación del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio podrá ser de hasta el 40 por 100 de la subvención concedida por las Comunidades Autónomas.

Dada la extraordinaria importancia del comercio en la economía nacional, las actuaciones dirigidas a impulsar la modernización de las infraestructuras comerciales y promover el desarrollo del sector comercial en España suponen una necesidad para el sector del comercio y un compromiso institucional para todas las administraciones públicas.

El Plan promueve una actuación conjunta de las distintas Administraciones implicadas en la actividad comercial que, en 2010, supone una inversión inducida de más de 117 millones de euros en proyectos comerciales.

Esta colaboración institucional de las Administraciones públicas está orientada hacia el logro de una ordenación espacial de la oferta más adecuada y hacia una mejora del entorno físico en el que las empresas comerciales puedan instalarse, con el objetivo de mejorar la capacidad de competir en respuesta a la demanda de los consumidores.

Supone, asimismo, una actuación directa a favor de las empresas para la implantación de sistemas de calidad y mejora medioambiental en la gestión de los establecimientos comerciales. De esta manera, se profesionaliza la gestión comercial, se mejora la atención a las demandas del consumidor y se mejoran los niveles de servicios a los usuarios.

Los programas del Plan persiguen la consecución del interés general, tratando de impulsar actuaciones que constituyen un estímulo para la realización de inversiones adicionales, procedentes de la iniciativa privada, que pueden constituir un modelo impulsor para otras empresas del sector.