Una quincena de personas, entre saharauis y activistas, han acampado este jueves frente a la sede de Delegación de Gobierno en la Comunidad Valenciana, en la Plaza del Temple de Valencia, en lo que han considerado "un nuevo paso" para trasladar directamente sus "legítimas exigencias" al Estado español.

Entre sus reivindicaciones figura que el Gobierno "asuma su responsabilidad en el conflicto ya que sigue siendo la potencia administradora del Sáhara occidental", el "cese inmediato de la venta ilegal de armamento al gobierno dictatorial de Marruecos dada la inestabilidad de la región" y "el reconocimiento por parte del Estado español de la República Árabe Saharaui Democrática".

Los activistas y saharauis se han trasladado a las 12.30 horas desde el campamento que tenían instalado frente a la sede del PSPV hasta la nueva ubicación, donde han comentado que ya han solicitado los permisos para acampar en esta zona, decorada con banderas del Sáhara occidental y carteles en los que se puede leer 'Marruecos asesina, España se arrodilla' o 'Genocidio consentido'.

El campamento permanecerá de forma "indefinida" en la ribera del antiguo cauce del río Turia, frente a la sede de Delegación de Gobierno, y será desmantelado dependiendo de las acciones que adopte el Ejecutivo español en relación con el conflicto, según ha indicado uno de los activistas a Europa Press.

El grupo de activistas pasó varias noches a la intemperie frente a la sede en Valencia del PSPV, en la calle Blanquerías, después de ser desalojados en la madrugada del pasado lunes del interior de la sede socialista cuando, según han explicado, la formación permitió a los 16 activistas pasar la noche en el vestíbulo.

En un comunicado leído esta mañana por un representante de los saharauis frente a la sede socialista, el grupo ha señalado que "tanto la ocupación de la sede del PSPV como la posterior acampada se realizaron de forma pacífica" y han lamentado que esta formación haya roto el "pacto verbal" alcanzado para pernoctar en la sede el lunes. También han asegurado que su intención no ha sido ofender a los militantes socialistas.

Asimismo, activistas y saharauis han aclarado su "radical desvinculación" de cualquier partido político. "No consentiremos en ningún momento que nuestras víctimas sean utilizadas con fines electoralistas", han subrayado en el escrito.