La Conselleria de Cultura ha recuperado los frescos de Vicente López en la Iglesia del Salvador de Valencia, según ha informado la Generalitat en un comunicado. La directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, ha inaugurado este sábado las obras de restauración de este templo junto al director territorial de Cultura de Valencia, José Alfredo Pellicer, el rector José Máximo Lledó y la restauradora Eva María Cueco Cantín.

Olmos ha señalado que "la Capilla de la Comunión, en la Iglesia del Salvador de Valencia, ha sido intervenida con el fin de recuperar las pinturas murales del pintor valenciano Vicente López". Ha explicado que estas obras "fueron realizadas empleando la técnica del fresco seco a principios del siglo XIX" y que en la actualidad todavía se conservaban las de la primera bóveda.

No obstante, ha indicado que "la pérdida de policromía que presentaban hacían necesaria una actuación para recuperar su esplendor". Por ello y para evitar "futuros desprendimientos", los restauradores del proyecto "realizaron los trabajos necesarios consistentes en la fijación de la película pictórica y la consolidación de la policromía".

Tras la restauración de las pinturas murales de Vicente López, la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano decidió acometer una segunda fase que incluyera la recuperación integral de la capilla neoclásica con la restauración de las cornisas, el estuco veneciano, la portada de acceso y las pinturas de la segunda bóveda.

"Las pinturas murales del valenciano Vicente López recuperan su luminosidad y transparencia y se nos ofrecen como uno de los mejores conjuntos pictóricos de estilo neoclásico conservados en la capital valenciana", ha señalado la directora general de Patrimonio Cultural Valenciano.

Su iconografía gira en torno a una apoteósica visión en la que la Virgen recibe de la mano de Dios la Divina sabiduría para transmitirla a los Doctores de la Iglesia, San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo, ha precisado la Generalitat.

Asimismo, ha agregado que se trata de una composición "caracterizada por el dinamismo que constituye un magnífico exponente de la pintura religiosa del pintor, nombrado en 1803 director general de la Academia de San Carlos y considerado gran artífice de la pintura religiosa española".