Tras visitar varias instalaciones deportivas de la ciudad, Consumer encuentra  deficiencias, por ejemplo, en  higiene: el 20% de los vestuarios no estaban limpios, y en el 40% los aseos no tenían papel higiénico. Otros fallos: en materia de seguridad, el 60% de los polideportivos no disponen de carteles que indiquen la salida de emergencia.

Y en el 20% de las instalaciones los técnicos de la publicación detectaron elementos de peligro como pavimento deteriorado o suelos resbaladizos en el vestuario.

Poca información al público

Según el estudio de Consumer, la información al usuario es «notoriamente deficiente». En ninguna de las instalaciones deportivas visitadas en la capital se exponen carteles con el horario de apertura y cierre del recinto, los servicios disponibles o los precios y tarifas. Y aunque existe acceso a las instalaciones para discapacitados, no cuentan con espacios

específicos para aparcar en ningún caso.