La acusada de colgar fotos de la novia de su ex ofreciendo sexo alega que el ordenador lo usaba toda su familia

La víctima, una abogada catalana, recibió en dos días en su cuenta 80 email solicitando sus servicios

La joven vallisoletana Rebeca G.L, acusada de colgar en marzo de 2007 en Internet varias fotografías de la novia de su ex pareja ofreciendo sexo ocasional, se ha declarado hoy inocente, ha asegurado que ni siquiera conocía que su anterior pareja había iniciado una nueva relación sentimental y ha alegado además que el ordenador de su padre, usado supuestamente para 'robar' esas fotos y exhibirlas en la red de redes, era de fácil acceso para un montón de personas, entre ellos sus tres hermanos, una cuñada, otro de sus novios e incluso hasta para un vecino.

La acusada, durante el juicio iniciado hoy en el Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid, ha rechazado categóricamente ser la autora del delito informático y también ha rebatido las tesis del Ministerio Fiscal y de la acusación particular de que, despechada por la ruptura de la relación que mantuvo durante dos años con Javier S, ideó utilizar el buscador Loquo.com para colgar dicho material gráfico y desacreditar y menoscabar así el honor de la nueva pareja de su ex. De hecho, Rebeca G.L. ha precisado que la relación la rompieron ambos cuando Javier, ing niero informático, se mudó a Barcelona tras encontrar trabajo.

"¡Yo no estaba dispuesta a mantener una relación a distancia", ha afirmado la imputada, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha recordado igualmente que por aquel entonces trabajaba como cajera en un 'súper' y que difícilmente pudo cometer el delito debido a sus escasos conocimientos de Informática.

Al respecto, la acusada ha sostenido que desconocía la contraseña de la cuenta de correo electrónico de su ex novio y de la pareja de éste, de las que, supuestamente, se extrajeron dos fotografías de la víctima para confeccionar el anuncio de contenido sexual, y ha reiterado que el ordenador existente en el domicilio de su padre, en la calle Gavillas de Valladolid, era de uso comunitario para toda la familia, pese a que era su progenitor el titular de la linea conectada al operador ONO.

"A ese ordenador tenía acceso mucha gente, no sólo mis padres y otros tres hermanos, sino también mi cuñada, otro novio que tuve y un vecino", ha insistido.

La principal damnificada, la abogada catalana Marta C.F. ha explicado que a principios de 2006 inició una relación con Javier S, hoy su actual marido, y que no fue hasta enero de 2007 cuando recibió los primeros mensajes en su cuenta de hotmail, uno de ellos en los términos 'no vales nada' y 'tu novio te engaña' y otro, "el más inquietante", en el que el emisor parecía estar al corriente del viaje que ella y su pareja tenían previsto realizar a Granada entre los días 11 y 12 de marzo de ese año.

"Me preocupó bastante, la verdad", ha confesado la letrada, aunque lo peor estaba por llegar ya que de regreso del referido viaje entró en su cuenta de correo y se encontró con 80 email de gente que solicitaba sus favores sexuales e incluso adjuntaban fotos mostrando sus órganos genitales.

Indagación de los mossos d' ESCUADRA

Fue entonces cuando la víctima accedió a Internet y descubrió que en el buscador Loquo.com habían sido colgadas, sobre las 16.42 horas del día 10 de marzo, dos fotos suyas que tanto ella como su novio guardaban en sus respectivas cuentas de correo. Una de las instantáneas correspondía a la boda de un amigo y había sido manipulada por cuanto habían sido borradas las personas que había a su alrededor, mientras que la otra se la había hecho su novio en casa. Ambas fotos constituían el principal reclamo del mensaje que se adjuntaba en el anuncio ofreciendo sexo ocasional en Barcelona, de ahí que la afectada y su novio acudieran a interponer la oportuna denuncia ante los Mossos d' Escuadra.

Las indagaciones de la brigada especialista en la materia de la policía catalana permitieron descubrir entonces, a través del IP del ordenador emisor, que el anuncio procedía de Valladolid, en concreto de la computadora conectada a la línea de ONO y que sufragaba el padre, a quien, sin embargo, las acusaciones pública y particular colocan totalmente al margen de lo ocurrido.

Durante el juicio, que tuvo que ser suspendido—se reanudará el 14 de diciembre—ante la incomparecencia de miembros de la policía catalana que llevaron la investigación, también ha declarado el ex novio de la imputada, Javier S, quien, a diferencia de su ex pareja, ha sostenido que la relación con Rebeca G.L. comenzó a deteriorarse a raíz de que él pasara dos meses de formación en Barcelona, periodo tras el cual tomó la decisión de romper con ella. El testigo ha apuntado también que que tras la ruptura la acusada le confesó que había accedido a su cuenta de correo y se había enterado de que mantenía una relación con otra joven, de ahí que Javier S. optara por cambiar la contraseña de acceso.

El ex novio ha reconocido asimismo que antes de que modificara la clave de acceso no tenían aún en su cuenta de correo las dos fotos de su nueva pareja que aparecieron colgadas en Internet, afirmación esta última que beneficia claramente los intereses de la defensa, ya que generan todavía más dudas sobre cómo Rebeca G.L. pudo acceder al material gráfico y hacer uso de él de forma ilícita.

Con carácter provisional, la acusada se expone a una pena de entre un año y ocho meses de prisión y al pago de una multa de 4.500 euros, tal y como solicita el Ministerio Fiscal, por un delito de descubrimiento y revelación de secretos (artículo 197.1 y 2 del Código Penal), y dos años de cárcel, que es lo que pide la acusación particular. Además, ambas acusaciones coinciden al solicitar el pago de indemnizaciones por importen de 12.000 euros, mientras que la defensa solicita un fallo absolutorio.

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