Según informa la Jefatura Superior de Policía, los detenidos asaltaban entidades bancarias con una pistola que, según pudieron comprobar los agentes, era simulada, y de esta manera amenazaban violentamente a sus víctimas, para luego huir con el botín advirtiéndoles de que no avisaran a las fuerzas de seguridad.

Los dos sospechosos, un hombre de 46 años y otro de 40, quienes ya habían sido detenidos en ocho y siete ocasiones, respectivamente, por tráfico de drogas y robos con violencia consiguieron en sus dos últimos golpes más de 9.000 euros.

Las víctimas de sus robos les identificaron

Los investigadores centraron sus sospechas en los dos delincuentes, ya fichados por la Policía, a partir de las descripciones facilitadas por las víctimas y, una vez identificados, establecieron un dispositivo de vigilancia en torno a sus domicilios y a los lugares que frecuentaban, que culminó con su detención.

Los arrestados han pasado a disposición judicial, acusados de robo con violencia e intimidación en una entidad bancaria de la calle Marcelo Usera y en otra de la calle Antonio Leyva, de las cuales consiguieron 6.400 y 2.690 euros respectivamente.