El Consejo de Gobierno ha aprobado la concesión de subvenciones por un valor total de 130.000 euros con cargo a la anualidad de 2010 a la Federación de Industria de Comisiones Obreras y la Federación Regional de Industrias afines de la Unión General de Trabajadores de Castilla y León para ejecutar acciones de formación divulgativa en las comarcas mineras.

Los beneficiarios de estas subvenciones son la Federación de Industria de Comisiones Obreras de Castilla y León (CC.OO) que recibirá 65.000 euros y la Federación Regional de Industrias afines de la Unión General de Trabajadores de Castilla y León (UGT) que recibirá otros 65.000 euros.

En concreto, se trata de dos cursos de video vigilancia y uno de domótica que se realizarán en la Comarca del Bierzo impulsados por la Federación Regional de Industrias afines de la Unión General de Trabajadores de Castilla y León. Además, la Federación de Industria de Comisiones Obreras de Castilla y León desarrollará un curso de operador de fabricación de cerámicas, uno de iniciación al inglés y otro de iniciación a la red Internet.

Según ha explicado el portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, a través de estas ayudas el Gobierno autonómico trata de establecer un método que ayude a la continuidad y mejora de resultados en las comarcas mineras ubicadas en el ámbito territorial de la Comunidad, "con independencia de las actuaciones a realizar dentro del Programa de Actuación en las Comarcas Mineras aprobado por decreto en diciembre de 2009".

En este sentido, el 15 de octubre de 2010, la Comunidad de Castilla y León, la Federación de Industria de Comisiones Obreras y la Federación Regional de Industrias afines de la Unión General de Trabajadores de la Comunidad suscribieron un convenio marco de colaboración del que derivan estas subvenciones, con el fin de fomentar la formación y el empleo en las zonas en las que el devenir natural de los recursos y la propia estrategia europea de garantizar el abastecimiento energético ha supuesto un reajuste socio-económico que obliga a buscar alternativas en lugares con un índice de población elevado y cuyo recurso económico fundamental ha sido la actividad minera.

Además, el convenio trata de eliminar los aspectos negativos de la explotación de los recursos mineros, reduciendo la siniestralidad, fomentando el respeto al medio ambiente e incrementando la continuidad y el correcto desarrollo del sector de la minería energética y no energética.

Desde el ejercicio de 2005, la Junta de Castilla y León ha concedido subvenciones con el mismo fin para ambas Federaciones de Industrias por valor de 2.226.260 euros.