El Aaiún retoma la "normalidad" mientras se suceden las detenciones de saharauis

Foto de los disturbios de este lunes en las calles de la ciudad de El Aaiún tras el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik.
Foto de los disturbios de este lunes en las calles de la ciudad de El Aaiún tras el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik.
Salka Embarek / EFE
Foto de los disturbios de este lunes en las calles de la ciudad de El Aaiún tras el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik.

Los disturbios que este lunes asolaron El Aaiún han dado paso este martes a una aparente normalidad en las calles de la capital del Sáhara Occidental, aunque fuentes saharauis señalaron que se están practicando detenciones masivas en los barrios orientales, de mayoría saharaui, y al norte de la ciudad.

Testigos presenciales han explicado que militares y fuerzas de seguridad continúan desplegados por las principales calles de la ciudad, mientras que un buen número de comercios y cafeterías han optado por cerrar sus puertas al público. El paisaje después de la batalla campal de este lunes muestra los graves daños sufridos en la sede de la televisión de El Aaiún, que fue asaltada e incendiada por manifestantes saharauis, así como en otros edificios públicos, oficinas bancarias y algunos negocios particulares.

El epicentro de los disturbios de este lunes, la avenida Smara, aparecía este martes aún con restos de los disturbios y un gran número de militares y policías en furgonetas, pero dentro de una relativa tranquilidad. Sin embargo, resulta complicado verificar hasta qué punto esa normalidad es sólo aparente ya que, por tercer día, Marruecos bloqueó el acceso a El Aaiún a los periodistas internacionales, por lo que todos los testimonios se han de obtener por vía telefónica.

La aerolínea de bandera marroquí Royal Air Maroc (RAM) dejó en tierra a trece corresponsales y enviados especiales de distintos medios -la mayoría españoles- que acudían a la ciudad para informar sobre los incidentes, los más graves en El Aaiún en casi dos décadas. El Frente Polisario ha denunciado que la Policía marroquí practicó este martes en los barrios orientales de la ciudad un gran número de detenciones - más de 50- de jóvenes supuestamente implicados en los disturbios, aunque Rabat hasta el momento sólo ha dado a conocer 65 arrestados, todos ellos en la jornada del lunes.

Esas mismas fuentes explicaron que las fuerzas de seguridad están quemando árboles y neumáticos a las orillas de Saguia el Hamra, al norte de El Aaiún, para conseguir que salgan muchos jóvenes que se han escondido allí, y entre los cuales puede haber algunos heridos. Un activista saharaui, identificado sólo como Abdalahi, declaró: "No nos podemos quedar mucho tiempo en el mismo lugar, tenemos que cambiar cada tres o cuatro horas para que no nos detengan. Hay barrios a los que es imposible entrar por el número de militares que se encuentran en ellos".

Continúa la guerra de cifras

El Frente Polisario ha elevado este martes a 18 los muertos saharauis tras la entrada por la fuerza de unidades marroquíes en el campamento de protesta. Entre los fallecidos se encontraría un niño de 7 años, que ha muerto por circunstancias aún desconocidas, en el barrio de Duirat en El Aaiún. Asimismo, el Polisario ha cifrado en 723 los heridos y en 159 las personas desaparecidas de las que sus familiares no tienen noticias. Marruecos sólo ha reconocido una víctima civil saharaui, Brahim Gargar Uld Med Uld Hammadi -cuya muerte, según Rabat, está siendo investigada por la Fiscalía. Además, las autoridades marroquíes han comunicado la muerte de otros tres agentes marroquíes, a causa de las heridas sufridas este lunes, lo que elevaría a ocho el número de muertos entre los cuerpos de seguridad.

Por su parte, la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha pedido este miércoles a Marruecos que permita a la prensa poder trabajar de manera "transparente" en El Aaiún para informar sobre lo ocurrido tras el desalojo por la fuerza del campamento saharaui. Jiménez reclamó a Marruecos que investigue "con eficacia y con las debidas garantías" lo que sucedió durante el desmantelamiento de las jaimas. La jefa de la diplomacia española lamentó "profundamente" estos hechos e insistió en que el Gobierno de Rabat debe "permitir a la prensa trabajar" una vez que se garanticen las condiciones de seguridad.

Asimismo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido la actitud del Ejecutivo tras los sucesos en El Aaiún y ha considerado muy importante que, pese a ellos, Marruecos y el Frente Polisario sigan negociando en Nueva York bajo los auspicios de la ONU. De hecho, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha iniciado gestiones, a petición de México, para convocar una reunión informativa acerca de los disturbios en el Sáhara Occidental.

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