Dos coles batallan para que les pongan educadores

En Camporrobles y Valencia. En otros 4 también faltan. Ayudan a niños con discapacidad.
Niños y padres del Tomás de Villarroya protestaron ayer por segundo día consecutivo.
Niños y padres del Tomás de Villarroya protestaron ayer por segundo día consecutivo.
Rebeca Argudo
Niños y padres del Tomás de Villarroya protestaron ayer por segundo día consecutivo.
«Los 90 alumnos y sus papás nos quedaremos en la puerta del centro. Los niños no van a dar clase. Así haremos cada mañana hasta que nos manden una educadora», dice Carmen, madre de un niño del cole Maestro Aguilar de Camporrobles.

Lo hacen porque llevan dos meses sin ninguna educadora (profesional que ayuda al niño desde a coger el lápiz hasta a ir al baño) que se encargue de dos niños con síndrome de Down, de uno autista y de otro en silla de ruedas. La que había está de baja desde septiembre.

Almuerza con la madre

Según dice, «la madre de la niña en silla de ruedas tiene que venir todos los días a darle de almorzar». Este problema no sólo se da en este centro.

En el colegio Tomás de Villarroya, llevan manifestándose dos días frente al centro y hoy irán con alguno de los 24 alumnos que van en silla de ruedas a la Conselleria hasta que los reciban. Tienen dos educadoras (una atiende a un niño con discapacidad total y la otra a 23 más).

Según FAPA (federación de padres), tanto al colegio San Jaime Apóstol (Alfarp) como al Rafael Altamira, Mediterráneo (Puerto de Sagunto) y Virgen de la Esperanza (Cheste) les faltan educadores. Desde Educación dicen que la situación se solucionará a lo largo de este mes.

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