El PP amenaza a Rabanal con llevar al juzgado todo lo relativo al nuevo HUCA y este le invita a que lo haga

El consejero de Economía y Hacienda, Jaime Rabanal, ha invitado al diputado del PP, Carlos Galcerán, a que acuda al juzgado si lo estima conveniente para llevar cualquier cuestión relativa al nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Lo ha hecho en el Pleno de la Junta General del Principado después de que Galcerán amenazase con acudir a los tribunales por los sobrecostes y los incumplimientos de plazo de esa infraestructura.

El consejero de Economía y Hacienda, Jaime Rabanal, ha invitado al diputado del PP, Carlos Galcerán, a que acuda al juzgado si lo estima conveniente para llevar cualquier cuestión relativa al nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Lo ha hecho en el Pleno de la Junta General del Principado después de que Galcerán amenazase con acudir a los tribunales por los sobrecostes y los incumplimientos de plazo de esa infraestructura.

Rabanal le ha recordado que hay exhaustivos sistemas de control para todo lo relativo al HUCA, incluyendo una comisión de investigación en el Parlamento asturiano. "Le invito a que vaya al juzgado, no espere, porque además tiene toda la documentación", ha señalado el consejero.

El dirigente regional ha retado además al diputado del PP a que compare el coste del HUCA con lo que cuestan otros complejos sanitarios en el territorio español. Ha señalado que los modificados responden a mejoras y ha negado que Gestión de Infraestructuras de Salud (Gispasa) haya sido destinada a encubrir deuda o que suponga un coste excesivo, dado que cuenta con una plantilla fija de siete trabajadores más otros cuatro ligados a la construcción.

Las explicaciones de Rabanal no han convencido a Galcerán, quien ha definido a Gispasa como un "chiringuito muy caro" que cuesta a los asturianos un millón de euros al año. Ha incidido en los sobrecostes de la obra y ha dicho que no le consta que haya ningún expediente de sanción para la UTE que desarrolla el proyecto por retrasos en la finalización de la obra.

Ha añadido que Gispasa adjudicó la obra en 205 millones cuando "sabía" que no era posible ejecutar la obra con ese precio. "La adjudicación ha sido una chapuza y el control ha brillado por su ausencia", ha comentado.

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