(Amp.) El Santander ve difícil reactivar el crédito, pero apoya las propuestas de Salgado para impulsarlo

Destaca que falta la reforma de las pensiones, pero valora el "compromiso y determinación" del Gobierno

El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, ha afirmado que es difícil que crezca el crédito en España a la luz de la evolución decreciente del Producto Interior Bruto (PIB) y del progresivo desendeudamiento de familias y empresas, pero expresó su solidaridad con las iniciativas anunciadas por la ministra de Economía, Elena Salgado, para reactivarlo.

Durante la presentación de los resultados trimestrales de la entidad, Sáenz argumentó que el descenso del crédito "es un dato del paisaje que no tiene nada de particular" porque pasa en España y en todos los países en los que no crece la economía.

"La historia es eso, no está pasando nada distinto a lo que ha pasado en otros momentos de depresión económica o de no crecimiento del PIB", dijo el consejero delegado del Santander, quien no obstante calificó de "fantástico" que el Gobierno emprenda iniciativas para reanimar el crédito, que es el negocio principal de las entidades financieras.

"Los primeros encantados de que creciera el crédito seríamos nosotros, pero lo vemos difícil en una coyuntura de no crecimiento y de desapalancamiento", enfatizó Sáenz, si bien se declaró "encantado y solidario" con las ideas del Gobierno para impulsar los préstamos y recordó que el Santander es uno de los principales financiadores de las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda ha lanzado una advertencia a las entidades financieras asegurando que en este momento "se dan todos los requisitos" para que puedan atender la demanda de crédito de familias y empresas, una vez que los problemas de liquidez de los mercados financieros han desaparecido.

Salgado adelantó que el Ministerio de Economía solicitará a bancos y cajas, así como al Banco de España, que los datos que ofrecen sobre concesiones de créditos los den desagregados por importes para ver si efectivamente la mayor parte de los préstamos van a grandes empresas, dado que pymes y autónomos son lo que más dificultades tienen a la hora de acceder al crédito.

Creditos más caros.

El consejero delegado del Santander rechazó de plano que el banco haya perdido cuota de mercado en los créditos al sector privado, aunque no descartó esta posibilidad en cuanto a los préstamos concedidos al sector público.

Sáenz consideró que deben recuperarse los márgenes y los precios de la actividad crediticia, argumento con el que desmontó la posibilidad de que el Santander vaya a emprender una campaña agresiva para ganar terreno en créditos tal y como hizo con los depósitos con el objetivo de atraer pasivo y clientes de otros competidores, y conservarlos.

"No es una actividad en la que vaya a haber guerra de precios, porque los costes de la financiación cada vez son mas altos. No vamos a iniciarla", aseveró el consejero delegado, que también desechó la idea de que el sector financiero pueda convertirse en un obstáculo para la recuperación de la economía.

Penalización por ser español.

Al hilo de los costes de financiación mayorista y a la pregunta de si el mercado penaliza al Santander por ser un banco español, Sáenz dijo que los inversores identifican al grupo con el riesgo soberano de España, a pesar de que la zona aporta el 17% de los resultados globales, y que ninguna corporación tiene un 'rating' de calificación crediticia superior a la del propio país.

"Arrastra los 'spreads' y no nos beneficia. El mercado considera al Santander un banco español", dijo el ejecutivo, si bien puntualizó que la entidad no se ha planteado cambiar su sede por razones de imagen porque no sería "realista y práctico" moverla fuera de España.

Sobre la fecha de salida de la crisis, Sáenz dijo no tener la bola de cristal y recalcó que la velocidad dependerá de las mejoras en competitividad y de la profundidad de las reformas adoptadas por el Gobierno que, a excepción de la de las pensiones, "ya están todas encima de la mesa".

"Todos vemos al Gobierno comprometido y determinado a que las medidas funcionen", enfatizó Sáenz. "Ahora hay que ejecutarlas, porque el año 2010 ya ha pasado y hay que pensar en el 2011", indicó el consejero delegado.

A su parecer, el paro "no parece tener visos de cambio en 2011", y es una variable que afecta a la morosidad, que seguirá creciendo "ligeramente" hasta mediados del próximo año, incremento que deberá acompasarse de un aumento de provisiones de entre seis y diez meses más.

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