El Gobierno de Cantabria tendrá el próximo año un presupuesto de 2.395 millones de euros en el que, una vez descontada la amortización de deuda y otros gastos financieros, deja una capacidad real de gasto en los niveles del año 2007. Será el segundo presupuesto consecutivo en el que los gastos bajan, pero los ciudadanos "no van a notar" ese descenso en su bienestar.

Se trata de unas cuentas pensadas para salir de la crisis "antes y mejor" que otras comunidades autónomas, para consolidar la "recuperación" que se empieza a "vislumbrar" y para mantener la "cohesión" social y territorial.

Así lo han afirmado la vicepresidenta cántabra, Dolores Gorostiaga, y el Consejero de Economía y Hacienda, Ángel Agudo, que han presentado en rueda de prensa el proyecto de ley, aprobado este jueves en el Consejo de Gobierno y que ahora empezará su tramitación parlamentaria.

En palabras de Gorostiaga, el de 2011 es el presupuesto "más difícil" de los realizados hasta ahora y "el único" que puede hacerse en este momento. El Gobierno tendrá menos capacidad de inversión y de gasto porque "así lo determinan las circunstancias" y, por eso, la principal característica de este presupuesto "no es cuánto se gasta, sino en qué".

Según ha explicado, el Gobierno ha tenido que "priorizar", ha marcado unas líneas que "bajo ningún concepto" se pueden pasar y ha señalado políticas que son "intocables" y, por tanto, quedan "totalmente protegidas" pese al descenso presupuestario.

Son, en esencia, las políticas que garantizan la cohesión social y, de hecho, tres de cada cuatro euros del presupuesto se destinan a este ámbito de actuación. Es más, la "única" partida que subirá en 2011 su consignación presupuestaria se inscribe en el gasto social: la de aplicación de la ley de dependencia, cuyo presupuesto crecerá en torno al 10 por ciento.

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