La periodista Pepa Bueno presenta y dirige el Telediario Segunda Edición, de TVE, que ha logrado colocarse en segundo lugar entre una lista de 29 informativos de máximo prestigio que se realizan en todo el mundo y que analiza el instituto Media Tenor International.

El equipo de Bueno ha sido reconocido por hacer el informativo que más variedad de temas acoge cada noche. También es el que más diversidad de países recoge en sus noticias, el que informa de un mayor número de empresas y da más visibilidad a los temas relacionados con la igualdad de género.

Telediario Segunda Edición tan sólo ha sido superado, por una escasísima diferencia por el noticiario Le Journal, del canal francés TF1.

Han quedado por segundo año consecutivo por delante de cadenas como la BBC, CBS, ABC... estarán orgullosos.

Estamos muy contentos. El año pasado fuimos medalla de oro y esta año plata, seguimos en el pódium. Además, ha sido en el año de la ampliación y estamos haciendo un telediario con quince minutos más y sin embargo no ha afectado a los criterios de Media Tenor.

¿Les ha picado un poco que les hayan adelantado los franceses?

Estuvimos el año pasado con los franceses en Zúrich y estaremos este año, cuando recojamos el premio. Todavía no he leído la letra de pequeña de los premios (risas), tengo que ver en qué criterios nos han adelantado. En cualquier caso hay algunos parámetros en los que hemos quedado primeros.

¿En cuál de esos criterios se vuelcan más?

Cuando te enfrentas a la escaleta en blanco no tienes los parámetros de Media Tenor en la cabeza, vas a la actualidad e intentas tener las antenas desplegadas y la sensibilidad para acoger aquellas noticias que no son de titular, pero que merecen estar en el informativo. Por ejemplo, nos reconocen mucho las informaciones que tienen que ver con la igualdad, las protagonizadas por mujeres, la información de medio ambiente y la apuesta por lo internacional.

Pasado mañana se van a Zúrich a recoger el premio pero, ¿han hecho ya comilona en la redacción para celebrarlo?

Todavía no. Hoy llevamos todo el día comiendo del viaje de Asturias (se celebraron los Premios Príncipe de Asturias). El informativo es una centrifugadora: hemos llegado, hemos dicho "qué bien, qué bien" y en seguida nos hemos puesto a trabajar otra vez. A la vuelta de Zúrich haremos como el año pasado y lo celebraremos comiendo chocolate suizo.

¿Siente la presión de los tres millones y medio de personas que les ven?

La suma de todo da mucha responsabilidad. Los premios son un reconocimiento y uno se siente antes que nada muy agradecido, porque somos muchos haciendo un trabajo y que haya quien lo valore es de agradecer, pero eso también te da una carga de responsabilidad. Y si a esa responsabilidad le sumas la de que sabes que hay gente que se fía de tí, que cada noche confía en tu trabajo para saber lo que pasa en España y en el mundo, pues es una responsabilidad que asusta y que espero que nunca deje de asustarnos, porque si no, mala cosa. Es lo que te obliga a ser exhaustivos, rigurosos, a no conformarnos...

El secretario de Comunicación del PP, Carlos Floriano ha acusado a RTVE de ser una secta como en tiempos del felipismo...

El trabajo que hacemos se ve. Todas las opiniones son válidas y nuestro trabajo es en parte escuchar a todo el mundo, porque nos podemos equivocar. Pero creo que la opinión mayoritaria, porque la gente nos sigue viendo, es de que hacemos una información con mucha pluralidad y defendiendo con uñas y dientes nuestra independencia. La televisión pública tiene la responsabilidad de atender, pero de atender a los ciudadanos, no a los partidos políticos.

¿Les ha ayudado el no tener anunciantes?

Nos ha dado más tiempo (risas). El aumento de tiempo nos ha permitido profundizar en muchos temas, pedir informaciones de apoyo o buscar nuevas formas de abordar los temas. En cualquier caso en informativos nunca hemos tenido la presión de la publicidad desde el punto de vista de "de esto no hablamos".

Si el año que viene no están en el podio, ¿lo considerarán un fracaso?

Dios mío (risas), nos tendremos que preparar psicológicamente por si ocurre eso. Vamos a dejar que transcurra el año y ya veremos. Esperemos que estar entre los mejores se convierta en una costumbre y que tengamos que ir todos los años a Zúrich.